| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Pedro Sánchez, aplaudiéndose a sí mismo
Pedro Sánchez, aplaudiéndose a sí mismo

"Lo País" vuelve a liarla con un guiño a los talibanes y un artículo de Sánchez

El periódico desata una indignación viral con sendos textos que blanquean a los fundamentalistas "menos malos" y convierten al presidente en un líder mundial de la solidaridad.

| Mr. Meme Opinión

 

Seguramente la única manera de intentar tapar la vergonzosa estampida de Occidente de Afganistán era sublimando la evacuación de unos pocos miles de personas entre millones, tan meritoria para las Fuerzas Armadas como descriptiva de la impotencia de los dirigentes políticos. Y, rizando el rizo, añadir que, al fin y al cabo, los talibanes no son tan malos.

Dos excusas horrorosas que cabría esperar que, por mero sentido del pudor, no se esgrimieran en público. Craso error: no solo se utilizan con una soltura lindante con lo indecente, sino que casi se llega a regañar a quienes no aceptan un relato sonrojante de la realidad que pretende hacernos creer que en Afganistán hay esperanza y que la garantía de ello son los mismos que han salido en estampida con los elefantes cruzando la sabana africana.

 

A la cabeza de todos parece, a juicio al menos de las redes sociales, el periódico por antonomasia del sanchismo, rebautizado como "Lo País" con la retranca y mala baba que caracterizan a los más pérfidos usuarios de Twitter. Todos ellos han destacado un artículo en el que se proyectaba, nada menos, la idea que los terribles talibanes son aliados de Occidente, como si hubiera que elegir entre el susto que representan o la muerte que encarna el Estado Islámico. Las respuestas no tardaron en llegar:

 

 

Que en el mismo país en que se desatan alertas machistas cada cinco minutos; se proscriben las azafatas en las motos GP; se montan polémicas por el uso de disfraces de enfermera en Carnavales o se lucha muy fuerte contra el sexista color rosa... se blanquee con tanto impudor a un régimen que considera a la mujer un objeto sin voluntad y al servicio del hombre, resulta insoportable. Otro mensaje de Telecinco pone las cosas en su sitio, sin querer, con una contundencia casi dolorosa:

 

 

 ¿De verdad, amigos de El País, los talibanes son homologables como socios y aliados de Occidente? ¿De verdad los mismos que intentan imponer el asfixiante lenguaje inclusivo para honrar a la mujer consideran tema menor que los talibanes se puedan casar a la fuerza con niñas, tengan derecho a lapidarlas y las encierren en sus propias casas tapadas de arriba a abajo con un burka?

Sánchez y el "Efecto Kabul"

Claro que si esto es sorprendente, no menos lo es el otro artículo que ha hecho TT a Lo País, de algún modo continuación del anterior: porque para que los talibanes sean "buenos", quienes les han regalado Afganistán tienen que ser necesariamente mejores. Y para que no se note que han dejado a millones de personas tiras, ¿qué mejor que convertir las evacuaciones de unos pocos afortunados en una gesta épica sin precedentes?

 

Y ya puestos, ¿qué tal si Pedro Sánchez encabeza esa odisea humanitaria y se presenta como el faro solidario de la humanidad, ese presidente con un corazón tan grande que no le cabe en el pecho y unos valores que ya quisieran para sí Melson Mandela o Gandhi? Sea pues. Y que lo cuente él mismo, en primera persona, en un artículo que obliga a frotarse los ojos por cosas como ésta:

"España y la Unión Europea han vuelto a dar un ejemplo al mundo de cómo reaccionar frente a un desafío global. Los 27 hemos demostrado que la solidaridad, la colaboración, la negociación y la acción concertada —en definitiva, los valores del multilateralismo— deben guiar siempre nuestras decisiones".

"Salimos más fuertes... también de Kabul"

O como esta otra, que provoca hipo al cotejarse con el formidable drama al que ya se enfrentan los afganos y con la evidencia de que miles de colaboradores de Occidente y sus familias han quedado literalmente abandonados en Kabul: " Debemos trabajar por que el “efecto Kabul” cristalice en un refuerzo del multilateralismo basado en los valores de la Carta de las Naciones Unidas, y no en su derrota".

Las palabras de Sánchez son, a efectos nacionales, lo que el "Salimos más fuertes" han sido y son en el ámbito nacional: si oyendo al presidente casi había que felicitarse por sufrir una de las peores mortandades del mundo por la pandemia y la peor crisis económica junto a Argentina; leyendo sus "reflexiones" afganas te dan ganas de congratularse por esa pobre gente por la fortuna que han tenido cayendo en las garras talibanes mientras los Sánchez, Biden y Von der Leyen brindan con champán por lo buenos chicos que son.