| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El mundo al revés y "el arte" de eludir la responsabilidad política

A pesar de todo lo que está sucediendo, nadie en el Gobierno está pagando las consecuencias y todos han convertido en su especialidad eludir su responsabilidad en las chapuzas del Ejecutivo.

Uno de los mayores inconvenientes de convertirte en padre es que los niños vienen sin manual de instrucciones. Una vez cubiertas las necesidades básicas de supervivencia, resulta fascinante observar y ser partícipe de la capacidad de los niños para inventar y reinventar juegos, aunque reconozco con pesar mi torpeza a la hora de asimilar determinadas dinámicas infantiles; en varias ocasiones, ante frases de mis hijas como “Papá, eres feo y malo”, mi irritada reacción en forma de reprimenda ha sido respondida con un enternecedor: “no papá, estamos jugando al mundo al revés…

La misma sensación de desconcierto es la que me abruma con demasiada frecuencia al leer las noticias de actualidad nacional. Hace no mucho tiempo, cuando un escándalo de corrupción veía la luz, a algún representante del partido agraciado con la lotería de la corrupción política le tocaba asumir responsabilidad y dar la cara, dando respuestas ante las preguntas de la prensa. Hoy en día puedes responder con un airado: “Y a ti qué más te da…” y quedarte tan ancho, con la chulería propia del que se sabe impune ante el bochorno público. Y los socialistas ya están curtidos en esta faceta.

 

Puedes incluso, negar cualquier acusación de delito, a pesar de que tus fotos con las manos en la masa de meretrices y cubiertas de polvo blanco hayan llegado a cada rincón de la España física y digital. Puedes sin recato vilipendiar en público a quien te dé la gana (desde el púlpito de quien dirige la nación y ha llegado hasta allí con el único mérito de pelotear y medrar), incluyendo a los grandes empresarios que a base de trabajo duro han creado las grandes compañías que aportan no solo riqueza, sino una solución a unos los principales problemas del país: empleos.

Esta misma dureza facial es la que insufla la confianza en sí mismos a nuestros dirigentes para afirmar una cosa un día, para desdecirse al día siguiente con la naturalidad con la que Nixon negó las acusaciones del Watergate. La diferencia es que antes se dimitía ante la falta de ética que se supone a un dirigente político, pero en nuestros días resulta extraordinariamente sencillo eludir la responsabilidad política acusando a la prensa de parcialidad, o mintiendo con descaro en un ejercicio de hipocresía similar al de acusar a jueces de aplicar erróneamente la ley del solo sí es sí, promovida y aprobada por el gobierno.

Resultaría cómico si en realidad hablásemos de juegos pueriles, como apartar la bandera nacional en una rueda de prensa para insultar a millones de personas con un simple gesto, si la responsable no cobrase un sensacional salario que proviene de todas estas personas a las que pretende ofender. El mundo al revés.

Una vez concluido el repaso a la actualidad nacional surge el aprendiz de padre que forma parte de mi con el anhelo de leer en el editorial: “las noticias de este periódico han sido redactadas bajo la premisa del mudo al revés…”. Desgraciadamente hasta hoy esto todavía no ha ocurrido; quizás el problema es que los gobernantes de España vienen sin manual de instrucciones.

Jaime López-Quiles Pastor / Acción Liberal

Ingeniero de Montes especializado en Industria por la Universidad Politécnica de Madrid. Máster en Dirección Comercial y Marketing y Experto en Industria Conectada por la Universidad Pontificia de Comillas (ICAI).