| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Pablo Iglesias
Pablo Iglesias

El vídeo viral de Pablo Iglesias llamando "llorones" a los políticos amenazados

El candidato de Podemos queda en evidencia al rescatarse sus propias palabras sobre casos como el que ahora intenta convertir en el suceso que pone en peligro la democracia española.

| Mr. Meme Opinión

Cuando Pablo Iglesias llamaba llorones a los que denunciaban amenazas from ESdiarioTV on Vimeo.

Cualquiera que escuche ahora Pablo Iglesias diría que Madrid, y España entera, está cercada por el fascismo y que hordas de radicales recorren sus calles buscando progresistas para hacerles el paseíllo. El exceso verbal del líder en declive de Podemos obedece, con seguridad, a los muy malos augurios que pronostican los sondeos del 4M, la cita que puede acabar con su carrera política.

El numerito montado a cuento de unas amenazas anónimas, ciertamente condenables, alcanza el paroxismo recordando lo que él mismo -no Monasterio ni Ayuso- decía de casos como el suyo. Y lo decía no hace mucho, siendo ya cargo público, en una entrevista donde su célebre condición de macho alfa, concedida por él mismo a sí mismo, lucía con esplendor.

 

Menos "nenazas", una palabra felizmente superada en el lenguaje público, Iglesias decía de todo de los dirigentes políticos que se hacían las víctimas cuando el zoquete de turno, tan peligroso como representativo en exclusiva de sí mismo, le enviaba un sobre con un par de cartuchos.

"Se juegan la vida otros"; "Yo tengo policías de guardaespaldas", "Nada de llorar" y otras frases similares jalonan el discurso del candidato madrileño, con una contundencia que casi produce dolor: no puede haber mayor antagonismo, ni peor cinismo, entre lo que decía cuando el marrón les tocaba a otros y lo que dice cuando la broma pesadísima le toca a él.

Las risas, obviamente, no se han hecho esperar, especialmente cuando la segunda del dúo podemita acaba de tener otra intervención gloriosa, mezclando su delirante apuesta por un lenguaje inclusivo llevado al extremo con, ojo, la violencia con los menores. Hay que ser osada para hacer algo así, pero en casa de los Marqueses de Galapagar parece haber una competición entre Pablo Iglesias e Irene Montero que, de momento, se salda con empate: