| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Por qué Cebrián aireó trapos sucios venezolanos de ZP y qué guerra hay detrás

Todo un culebrón en el que se entrecruzan intereses políticos, mediáticos, empresariales y, cómo no, personales.  Ésta es la historia de la batalla entre las izquierdas.

| Roberto Anguix Opinión

 

 

Nada es casual. Tampoco que Juan Luis Cebrián sacase a pasear la firma el pasado lunes para demoler la ‘tournée’ mediática de José Luis Rodríguez Zapatero realizaba un día antes de la mano de ‘ElDiario.es’ e ‘Infolibre’. Pero ¿cómo y por qué se despertó el viejo dinosaurio de Prisa? 

El lunes 15 de junio los resúmenes de prensa de los principales medios destacaban el artículo de Juan Luis Cebrián publicado en ‘El País’ bajo el título ‘Sobre cómo afrontar la crisis constituyente’. El alegato de Cebrián, presidente de honor del diario de Prisa, volvía a hacer gala de un titular abstracto que escondía una suma de golpes dirigidos al plexo solar de su rival. Y, en esta ocasión, se trataba de José Luis Rodríguez Zapatero.

No fue casualidad que Cebrián desempolvara el trabuco en forma de pluma después de que Zapatero se hiciese una gira mediática en dos medios cercanos al Gobierno de coalición como ‘Eldiario.es’ e ‘Infolibre’. Una gira con un evidente propósito: mostrar el paralelismo entre una oposición “radical” en 2004 y en 2020 o, según se vea, colgarle el sambenito a la oposición por no plegarse al rendibú al Ejecutivo.

Pero el tiro salió mal, porque nadie contaba con el artículo de Cebrián poniendo sobre la mesa una cuestión que en los últimos meses se ha apuntado en determinados ámbitos exclusivos de la economía y la política: el papel de Zapatero como “mediador” en el conflicto venezolano, cayendo siempre, ¡oh, casualidad!, del lado de Nicolás Maduro.

Cebrián tampoco olvida que La Sexta y el portal de Ignacio Escolar fueron los que airearon los ‘papeles de Panamá'

Cebrián señalaba una cuestión que el coronavirus, para suerte del Ejecutivo Sánchez, relegó hasta ahora: el ‘Delcygate’. Esa recepción por parte del ministro José Luis Ábalos, con versiones contradictorias, a la número dos de Maduro en el aeropuerto de Barajas y cuya investigación ha vuelto a reactivarse por la presión del PP.

El presidente de honor de ‘El País’ apuntaba a caza mayor: el lobby de Maduro en el Gobierno de Sánchez no es Pablo Iglesias y Podemos, sino el propio Zapatero.

De momento, el señalado guarda silencio. Y tiene por qué, no sólo por sus extraños viajes y mediaciones, sino también por otras cuestiones. Es pública y notoria la falta de sintonía de Cebrián con Pedro Sánchez y es menos público y notorio el ascendiente de Zapatero en sectores del Gobierno.

 

Basta recordar su otra mediación en España, la que permitió acercar posturas a Pedro Sánchez con su admirador -recuerden los elogios de su tesis doctoral al zapaterismo- Pablo Iglesias.

Mientras Zapatero se muestra encantado con el actual Gobierno y el actual PSOE, la ‘vieja guardia’ socialista y sus compañeros mediáticos (con Felipe González, tras la muerte de Alfredo Pérez Rubalcaba, y Cebrián como mascarones de proa) consideran el sanchismo como un ‘remake’ más degradado del zapaterismo, sostenido, además, por Unidas Podemos.

Bajo esos postulados, Cebrián largó lo que algunos auguran como una primera andanada. Porque, según fuentes de Prisa, Janli ya sabía que Soledad Gallego saltaba de la dirección y que ésta recaía en alguien de estricta obediencia a la empresa y sus accionistas principales (Santander, laCaixa) y no a la agenda de la ultraizquierda ‘cuqui’ con adobo sanchista.

Los "brujos"

No es extraño, por tanto, que haya quienes crean que Moreno es el hombre elegido para afrontar una campaña de ‘El País’ con ánimo de situar al PSOE en la ortodoxia socialdemócrata.

A todo esto, no hay que obviar factores personales. Que Cebrián y ZP no se soportan es un hecho desde hace una quincena de años. El académico no perdona la licencia de televisión y el empuje a La Sexta.

En su copyright podría reclamar aquella creación de “los brujos visitadores de La Moncloa” (por cierto, fue Moreno quien lideró aquella guerra contra quienes consideraba inventores de la cadena desde ‘El País’, saquen conclusiones).

Cebrián tampoco olvida que La Sexta y el portal de Ignacio Escolar fueron los que airearon los ‘papeles de Panamá’, sus extrañas relaciones con el millonario Massoud Zandi, la petrolera de Sudán del Sur y la cuenta en un paraíso fiscal de su exmujer. Como también recuerda que, tras la expulsión ‘ipso facto’ de Escolar de la Cadena SER, éste encontró acomodó en dicho canal.

Todo un culebrón en el que se entrecruzan intereses políticos, mediáticos, empresariales y, cómo no, personales.