| 07 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Sánchez tiró de maniobras de distracción para ocultar el choque entre ministros

La descoordinación del Gobierno ha encendido las alarmas. El Presidente trató de desviar la atención, pero el choque entre ministros fue sonoro.

| Ricardo Rodríguez Opinión

“Los choques demuestran que el Gobierno es plural y transparente”. Estas palabras textuales, oídas en las sentinas monclovitas, pueden sonar efectivas, pero cuando las discrepancias en el Consejo de Ministros evidencian la ausencia de coordinación, la cosa cambia. Palabras mayores, sin duda. Razón por la cual Pedro Sánchez trató de tapar el boquete, aún cuando La Moncloa gusta adjudicar los bandazos a la normalidad del necesario encaje de piezas. 

 

Ocurrió con la intención de Margarita Robles de desactivar la venta de 400 bombas de precisión a Arabia Saudí, enfrentándose a Josep Borrell, convertido en ocasiones en el aguafiestas de iniciativas lanzadas por algunos de sus colegas. Precisamente, el titular de Exteriores enmendó la plana a la de Defensa y arrancó un tira y afloja que la necesidad de salvar el contrato con Riad para la construcción de 5 corbetas en los astilleros de Navantia, en la bahía de Cádiz, y con ello, 6.000 empleos, se saldó a favor de Borrell.  

El viraje

El giro de 180 grados implicó la desautorización en toda regla de Robles pero se buscó amortiguar el golpe difundiendo que la decisión final siempre iba a estar en manos de una comisión interministerial con representantes de hasta seis departamentos. El anuncio de Defensa fue depreciado a una “declaración de intenciones”, dejando en manos de dicha comisión un estudio pormenorizado de situación y la resolución en virtud de todas las variables.  

 

 

El numerito interministerial jamás llegó siquiera a evaluar ni, por supuesto, a convenir nada. Fue lo más parecido a eso que el maestro del suspense Alfred Hitchcock llamaba un “McGuffin”. Es decir, una trama ficticia e inexistente capaz de mantener el interés. El desbloqueo de la entrega del armamento salió del departamento de Borrell, empeñado en proseguir con normalidad la relación comercial con Riad. Y, además, así lo hicieron saber fuentes diplomáticas, dejando vendida a Robles. Algo no menor. 

¿Va a pasar algo?

Y en medio, Pedro Sánchez que tiene en muy alta estima a ambos ministros. Al fin y al cabo, han sido leales a las duras y a las maduras. Cosa distinta resulta que Margarita Robles haya digerido que le enmendase la plana Josep Borrell.

La titular de Defensa ha llegado al final de este episodio con un perfil bajo y el mero anuncio de su ausencia del evento Avanzamos en Casa de América, protagonizado por Sánchez y considerado como “importante” por el gabinete presidencial, ha disparado toda suerte de rumores.