Socialismo de ida y vuelta: el PSOE, en su peor momento desde los 90

En los últimos días parece que volvemos a la década de los noventa, en la que el socialismo patrio fue protagonista de la página más negra de la corrupción en nuestro país. Recordamos los escándalos de Luis Roldán en la Dirección General de la Guardia Civil. También conocemos, cómo hoy en día, hay hermanos con apellido Puig que están siendo investigados por lucrarse de forma presunta a la sombra del actual presidente de la Generalitat Valenciana como ocurrió con otro hermano, llamado Juan, que vivía a la sombra del apellido Guerra, aprovechando el apellido familiar para lucrarse con dinero público y subvenciones.

Además, estamos volviendo a ver escenas de políticos socialistas en ropa interior consumiendo droga y prostitución, mientras se estaban haciendo negocios, como denuncia el testigo que fue intermediario en dichos chanchullos.

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Así pues, tenemos de nuevo la sombra de Luis Roldán que persigue a la dimitida directora de la Guardia Civil, María Gámez, la sombra de Juan Guerra que persigue a Ximo Puig, y la misma puesta en escena de droga y prostitución que caracterizó los ERES de Andalucía, en cuyo juicio han sido condenados Chaves y Griñán.

Estamos en el socialismo que denuncia la corrupción ajena y se divierte en la propia, mientras da lecciones de lucha contra la corrupción. Es el socialismo de ida y vuelta porque el patrón siempre es el mismo.

En la pasada moción de censura hemos podido ver a un nervioso Patxi López hablando de corrupción ajena cuando hemos sabido que también frecuentaba las famosas cenas en el “Ramses”, en plena pandemia, dando sentido a su famosa frase “¡qué más dará!”, cuando le preguntaron sobre si conocía los nombres de los diputados socialistas que cenaban en dicho local. Evidentemente se le olvidó decir que conocía los nombres, ya que él se encontraba en dicho local, donde los nombres de “tito Berni” y “chocho volador” formaban parte de las conversaciones.

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Gámez y sus pisos y los hermanos Puig

Es tremendamente significativo que desde las terminales mediáticas que trabajan para blanquear las andanzas del socialismo gobernante no se pregunten cómo la dimitida directora general de la Guardia Civil no se preguntase cuando fue al notario, como podía comprar al contado un piso en Málaga el 2 de julio de 2020, tras ingresar su marido presuntamente 3,1 millones de euros y que está siendo investigado judicialmente. A esto se añade la compra de un ático valorado en 1.000.000 de euros en 2012.

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También es curioso que el socialismo gobernante calle ante la investigación que se está produciendo en los juzgados valencianos sobre entregas de subvenciones a los hermanos de Ximo Puig que se cifran en varios millones de euros, siendo lo más grave que dichas subvenciones han seguido dándose en la actualidad a pesar de la investigación judicial. Cada vez el caso “Juan Guerra” se asemeja más al caso “Francis Puig”. El socialismo actúa frente a la corrupción como suele hacer siempre. Así, en Valencia, la Generalitat no ha entregado la documentación sobre las subvenciones familiares desde que hace un año el juzgado se lo ha reclamado, bloqueando la investigación.

El caso del Tito Berni

Con el Tito Berni es el propio Ministerio de Justicia el que “arrastra los pies” negándose a contestar la carta de la Fiscal Europea pidiendo colaboración contra la presunta malversación de fondos europeos en que se podía haber incurrido por parte de la trama de la que formaba parte el diputado socialista. Este silencio del gobierno socialista coincide con la declaración de la presidenta de la comisión de control presupuestario del Parlamento Europeo que ha manifestado estar preocupada por la rebaja del delito de malversación en España.

María Gámez, Ximo Puig y Patxi López deben dar explicaciones sobre lo que saben del desvío de dinero público y permitir comisiones de investigación, de lo contrario, cada vez que los socialistas se les llene la boca hablando de corrupción, a muchos ciudadanos se les vendrá a la cabeza los nombres de Luis Roldán, Juan Guerra, Chaves y Griñán. Y lo que es lo mismo, el socialismo de ida y vuelta.