| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Isabel Díaz Ayuso
Isabel Díaz Ayuso

IDA da una lección a la izquierda española

IDA, la medio tonta, la incapaz, la metepatas, la facha, les ha derrotado y demostrado que los tontos fueron los que la despreciaron.

| Pedro Blasco Opinión

 

¿Me he pasado verdad? Isabel Diaz Ayuso acababa de terminar su intervención en la tribuna de la Asamblea de Madrid sobre el casi cierre de Telemadrid. Eran los tiempos de Aguirre/González y los suyos le habían encargado un marrón: la defensa del cierre de Telemadrid, que quedó en la mínima expresión durante la anterior crisis económica.

No era un tema que una periodista pudiera defender con una mínima dignidad. Lo hizo fatal tanto en el fondo como en la forma, que por entonces era más que deficiente. Ese fue uno de sus días más duros en la Asamblea de Madrid donde comprendió lo que hay que tragar para estar en un partido. Sería el primero de muchos sapos.

Diaz Ayuso era entonces una parlamentaria del montón. No estaba en su mejor momento personal. Casada, y separada al poco tiempo, sufría con la enfermedad de su padre (y posterior muerte) y por la ruina de la empresa familiar.  

 

Posteriormente, la hoy presidenta, fue acusada de haber intervenido en el crédito que una empresa pública dio a esa compañía paterna. Finalmente, la Fiscalía Anticorrupción archivó la denuncia que presentó Más Madrid por el crédito-aval que su padre había solicitado a AvalMadrid. Tampoco llegó a nada la denuncia de que el empresario Kike Sarasola le había regalado una habitación de hotel durante semanas. Las dos denuncias estuvieron meses en la prensa y la oposición le atacó en un primer intento para desgastar a la presidenta.

La izquierda, Vox, e incluso, en ocasiones, sus ‘compañeros’ de Ciudadanos intentaron segarle la hierba nada más tomar posesión. La izquierda estaba rabiosa porque pensó que iba a ganar las elecciones con una candidata “tan floja”, y las perdió de nuevo tras el pacto PP/Ciudadanos/Vox.

Era la segunda vez que estaban cerca del poder en Madrid, donde la derecha gobierna desde hace 26 años. Primero fue por el proyecto ilusionante de Alberto Ruiz-Gallardón, luego por el vendaval de Esperanza Aguirre/Ignacio González (tras el auténtico ‘golpe de Estado’ de Tamayo) y posteriormente la responsable fue Cristina Cifuentes

Los socialistas, con la colaboración de fuerzas extrañas, perdieron la oportunidad de cambio con el ‘Tamayazo’. Y los electores les castigaron en la segunda vuelta que convocó Esperanza Aguirre tras el golpe. La gestión del PSOE del asunto fue nefasta. El candidato, entonces Rafael Simancas, es hoy un hombre fuerte del PSOE de Pedro Sánchez

La izquierda, Vox, e incluso, en ocasiones, sus ‘compañeros’ de Ciudadanos intentaron segarle la hierba nada más tomar posesión

Ni la corrupción del PP nacional, ni la del PP de Madrid, cuyos gusanos anidaban sus redes también por los ayuntamientos, pobres y ricos, han podido derrotar a la derecha. Nunca han hecho autocrítica para averiguar las razones.

La izquierda pensó en las anteriores elecciones, después de que hubieran pillado a la presidenta Cifuentes robando en un súper y engañando con un master, que ya había llegado la hora. No era para menos. El PP nacional no ha tenido nunca reflejos para acabar con la corrupción que se había instalado y anidado en casi todas las plantas de Génova.

Y la verdad es que muchos pensábamos que esto ya no resistiría y que el Partido Popular, que se iba dejando miles de votos elecciones tras elecciones, abandonaría por fin el poder y habría una regeneración política en una región que olía a podrido.

Casado y Ayuso

La elección de Ayuso como candidata fue una sorpresa. Cuando parecía que Ángel Garrido, un hombre centrado, y me atrevo a decir que buena persona, creía ser el señalado para amortiguar el destrozo de Cifuentes, Pablo Casado eligió a una casi desconocida: Isabel Díaz Ayuso.

Ambos se conocían mucho y bien. Había compartido despacho como asesores de Alfredo Prada, el hombre que organizó la famosa ‘Ciudad de la Justicia’ otro lío de los que montó el PP en tiempos de Aguirre. 

 

 

Isabel no es fiscal como Gallardón; ni abogada/o como Esperanza Aguirre e Ignacio González (ambos funcionarios de carrera); ni ingeniera de minas como Garrido. Simplemente es periodista y con poco ejercicio de la profesión y mucha política en sus venas.

Su biografía oficial habla de que “ha trabajado en departamentos de comunicación de varias empresas y fundaciones, así como en emisoras de radio y prensa digital en España y otros países”. Fue viceconsejera de Justicia.

La izquierda estaba encantada con esta candidata “tan floja”. Y desde que comenzó su anterior campaña la tildaron de “tonta”, “facha”, “incapaz”, “metepatas”, etc,...

El presidente del CIS, José Félix Tezanos, en su artículo (insulto para 1,6 millones de madrileños, mucha gente) ha recogido lo que piensa la izquierda en general sobre la presidenta. Le ha faltado calificarla de loca. PSOE, Más Madrid y Podemos han llamado a Isabel Díaz Ayuso durante la campaña por sus iniciales “I.D.A.”, como burla. No han pensado en las personas con problemas mentales.

Tezanos le ha dicho de todo. Señaló que su trayectoria en el PP ha sido pobre, e incluso ha ido por lo personal “un globo de aire que no tiene nada dentro”, con “escasa entidad intelectual y política”, que tuvo que soportar la humillación de ser la comunity manager de Pecas, el perro de Esperanza Aguirre.

El gran analista, que no ha acertado una en sus encuestas sobre la Comunidad, ha dicho que Ayuso ha logrado recoger votos de "un amplio sector que se nuclea en torno al mundo de las tabernas, los bares, los restaurantes y otros establecimientos similares". El CIS ha sido la única encuesta electoral que ha fallado, a pesar de que tiene recursos ilimitados (lo pagan todos los españoles) para hacer bien sus encuestas.

Con "Pecas"

IDA, la medio tonta, la incapaz, la metepatas, la facha, les ha derrotado y demostrado que los tontos fueron los que la despreciaron. Superó sus problemas personales, y superó los profesionales y políticos.

Aprendió con Pecas, con otras humillaciones como la de Telemadrid, llevando las redes de Cifuentes o haciendo de portavoz adjunta o viceconsejera. Nadie le puede negar que ha sido una curranta de derechas, una gran curranta.

Formó un pequeño núcleo duro y fichó a Miguel Angel Rodríguez (no se conocían) que le ha ganado la partida a Iván Redondo. Trabajaban duro, sábados y domingos incluidos. Y ya es una líder sin discusión, aunque su propio partido le puso algunas pegas hace meses. Pedro Sánchez cayó en su trampa y llegó a ir a la sede de la Comunidad nadie sabe a qué.

No es letrada de Estado, ni funcionaria, ni abogada, ni ingeniera. Es periodista, curranta, descarada, luchadora por unas ideas que tiene claras y por las que pelea. Y ha logrado transmitir a los madrileños que hay que rebelarse contra Pedro Sánchez, o contra lo que haga falta, aunque sea imprudente (como la falta de algunas medidas anti pandemia). No ha nombrado apenas a su partido durante la campaña y no ha perdido el humor en ningún momento. 

Contestó, la tarde del martes, con un tuit al insulto de Tezanos de que lo votan los mesoneros y los que alternan en terrazas: “Hola tabernarios, ¿qué tal lleváis la jornada?”.

La izquierda no ha cambiado su táctica. Destruir sin apuntar alternativas que crea la mayoría. Apuntaron a Ayuso para destrozarla y no le han rozado. Han centrado la campaña en las balas que ha enviado un violento a Pablo Iglesias, y no han entrado en el debate de los servicios y derechos del ciudadano. Lo que más ha llegado es que van a por el Zendal, criminalizando a los pacientes y trabajadores de un hospital público. Recordaba lo que la derecha hizo en tiempos con el Severo Ochoa.

La gente les identifica con la crítica, a veces buena, a veces de ruido, pero no se fía de ellos. Su mensaje de que la Sanidad, las residencias, la Educación,  el Zendal y todo es un desastre no cala en la población madrileña…. porque luego reciben esos servicios que, aunque falta dinero, no están mal.

Más Madrid se consolida como una alternativa a la izquierda. Han trabajado en la calle desde el día siguiente de las anteriores elecciones

Moncloa ha dinamitado al PSOE de Madrid y machacado a un buen candidato, Ángel Gabilondo, que destrozó su imagen el día que dijo a Iglesias que les quedaban doce días para derrotar a Ayuso. Muchos votantes socialistas han preferido al PP antes que votar a una persona que iba a formar gobierno con el líder de Podemos.

Más Madrid se consolida como una alternativa a la izquierda. Han trabajado en la calle desde el día siguiente de las anteriores elecciones. Se mueven y trabajan con sus ideas. A su líder no le han pasado factura sus dos metidas de pata infantiles: apuntar a un consejero con dispararle con la mano y no declarar unos complementos de sueldo. Ha sabido ilusionar y tiene fuerza para aumentar el poder de la izquierda.

El Podemos de Pablo Iglesias ha quedado el último de la fila. Las amenazas, el odio, el miedo que genera el ex vicepresidente ya aburre a demasiados. Se ha ido a ganar dinero. Mejor para todos.  

 

Vox ha cumplido mejorando sus resultados y ahora podrá hacer oposición desde la derecha sin impedir que Ayuso sea la presidenta. Ciudadanos ya debe pensar en buscar una cafetería para hacer sus reuniones en vez de la hermosa sede que tiene en la calle Alcalá. La estupidez se paga con la derrota.

En aquellos momentos en los que Isabel Díaz Ayuso estaba mal políticamente y apartada del poder, en tiempos de su defensa del cierre de Telemadrid, la invité a comer en una de las tabernas a las que ha insultado Tezanos y cuyo dueño le votó el martes. Estaba mal y se me ocurrió decirle: “Anímate, tu trabajas mucho. Ya verás como llegarás muy lejos,...”.

Os prometo que sólo quería animarla