| 18 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Un diputado del PSOE apuesta por el entierro político de Sánchez

Al líder socialista no le dejan disfrutar ni unas horas del barómetro del CIS. Ahora desde dentro de casa le advierten por escrito de que o gana o sus propios compañeros le devorarán.

| Benjamín López Opinión

No ha sido un periodista, tampoco un político de signo contrario; en esta ocasión el aviso le llega a Pedro Sánchez desde dentro, desde el propio PSOE.
 
El hasta hace unos días diputado socialista por Baleares, Pablo Martín Peré, le ha cantado las verdades del barquero a su jefe. O gana las elecciones o se convertirá en un cadáver político devorado por sus propios compañeros, ha venido a decir en un artículo.

Y es que, a su juicio, Sánchez ha cruzado muchos "puntos de no retorno"con decisiones arriesgadas y drásticas "que lo situarán en la Presidencia del Gobierno de España o, en caso contrario, lo alejarán definitivamente de la primera línea política". Entre ellas cita, por ejemplo, el golpe de mano que dio en Madrid al cortar la cabeza de Tomás Gómez.

No tiene muy buen concepto el socialista balear de sus compañeros de partido porque pronostica que si Pedro Sánchez gana "todo el mundo querrá ser amigo del presidente; pero si no, muchos no le permitirán continuar con su proyecto de futuro para el PSOE porque necesitarán justificar una derrota de la que también forman parte, pero que no querrán afrontar".

Sus palabras pueden amargar un poco a Pedro Sánchez el dulce sabor de boca que le ha dejado contra pronóstico el barómetro del CIS. Después de varias catastróficas encuestas esta le sitúa como indiscutible segunda fuerza en España. Pero, a tenor de lo que opinan dentro del partido, la medalla de plata no es suficiente. Si no consigue la victoria, Sánchez pasará a mejor vida política. Nada que no piensen muchos pero que casi ninguno se atreve a decir en voz alta. En privado sí comentan algunos sus temores a un batacazo de tales dimensiones que incluso les deje por detrás de Ciudadanos.

Es cierto que las ácidas advertencias y pronósticos de Pablo Martín Peré llegan después de saber que no repetirá en las listas al Congreso; se puede pensar que hay algo de resentimiento en sus palabras pero también es posible creer que tiene más libertad para decir la verdad.

Sea cual sea su motivación lo cierto es que el diputado balear ha puesto el dedo en la llaga. Ya lo hizo Ximo Puig hace muy poco. No con tanta claridad, es cierto, pero el valenciano ya dijo al ser preguntado por el liderazgo de Sánchez que "todo en la vida es revisable". Aquello le sentó como una patada en el estómago al secretario general delPSOE. No es para menos. Seguro que el articulo del balear le ha caído aún peor. Y eso que probablemente no ha leído su blog.

En la última entrada, fechada el 1 de octubre, asegura que en su paso de ocho años por la política ha podido apreciar "como algunas de las personas que he conocido han mostrado su peor cara en cuanto han tenido mayores responsabilidades.
 
Vamos, que no es que se hubieran vuelto unos cabrones, sino que ya lo eran con anterioridad, tan solo que no tenían oportunidad de mostrarlo cada día y con tanto público".

Es cierto que no menciona a nadie en concreto pero dado el rebote que parece tener por haber sido apartado de las listas es fácil pensar en algunos nombres a los que podría referirse. Así, en ese mismo blog recuerda la frase de Abraham Lincoln: "casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder".

También cita otra anterior muy parecida, atribuida a Pítaco de Mitilene, uno de los Siete Sabios de Grecia: "si queréis conocer a un hombre, revestidle de un gran poder. El poder no corrompe, desenmascara". En España el dicho popular viene a significar lo mismo: "si quieres conocer a Juanillo (Pedrillo en este caso) dale un carguillo".

No sabemos si Pedro Sánchez se habrá sentido aludido pero es fácil que así sea, sobre todo después de leer el pronóstico que el balear hace sobre su futuro político tras el 20-D. Veremos qué dicen las urnas, pero a Sánchez le entierran ya hasta los de su propia casa.