Nadie parece a salvo del coronavirus, pero casi todos se salvan. El último ejemplo es uno de los grandes "gurús" de la TV en España, una figura poderosa que vive así la enfermedad.
Que levante la mano quien no conozca a alguien, más y menos célebre, que no se ha sido picado por el maldito coronavirus, que es muy poco clasista y no distingue ni de posiciones ni de oficios ni de nada: afecta por igual a una ministra que a un celador, y de eso no se libran ni siquiera quienes tienen que contárselo a todo el mundo: los periodistas.
El día que se sepa cuáles de los rostros más conocidos de la televisión han pasado por el trance, muchos se sorprenderán. Porque no todos lo cuentan, aunque quienes sí lo hacen son muy claros al respecto. Y entre ellos destaca un poderosísimo personaje, no muy conocido para el gran público pero crucial para entender lo que millones de españoles ven cada día en televisión.
Se trata, nada menos, de uno de los "capos" de Mediapro, el imperio televisivo de Jaume Roures, tan próximo a Podemos como al independentismo catalán y, en general, a la izquierda. Hablamos de Tatxo Benet, un nombre detrás de formatos tan conocidos como El Intermedio de Wyoming o la serie Águila Roja, por no hablar de casi todo el fútbol que se consume en España. Aquí lo cuenta:
1- M’he confinat sol a les golfes de casa. Dissabte nit vaig tenir clar que tenia símptomes. Lentament, em vaig posar guants i vaig recollir ulleres, llibres, carregadors, iPhone, iPad, pijames, útils de neteja personal, medicines i vaig pujar amb resignació a les golfes de casa.
— Tatxo Benet (@BenetTatxo) March 24, 2020
Su narración en tiempo real de cómo le afecta la enfermedad recuerda mucho a la de otro ilustre, en las antípodas políticas, hermanado con él en el padecimiento: el gran Alfonso Reyes, legendario jugador de baloncesto del Real Madrid y de España, que ha contado al minuto cómo combatía con el virus para, finalmente, estar a punto de vencerlo con su inmensa humanidad:
El hideputa es un enemigo muy poderoso, cruel, traicionero y tremendamente persistente. Mi edad y condición física me permiten combatirlo y espero acabar con él lo antes posible.
— Alfonso Reyes (@alfreyes14) March 25, 2020
Para mí no quedará en anécdota ni en risas dentro de unos años. Seguramente no querré hablar de él.
En lo referente a Benet, que no ha dejado de trabajar telemáticamente según él mismo cuenta, rodeado por una impecable barrera para no contagiar a nadie que resume, de manera muy gráfica, incorporando la imagen de su propia mujer cuando pasa a visitarle a la habitación de su casa en la que se encuentra aislado:
14- Així de protegida accedeix a l’habitació. Xubasquero de pluja, guants de cuina, ulleres. Sembla graciós, però no: és molt seriós. No tingueu por per vosaltres, tingueu por per aquells als que podeu contagiar, perquè potser comenceu una cadena que acabarà amb persones mortes pic.twitter.com/qCJCYfovgB
— Tatxo Benet (@BenetTatxo) March 24, 2020
Pues no queda otra que desearle lo mejor, con la ayuda máxima de esa sanidad española que tanta hace falta en una Cataluña muy mermada por los recortes sanitarios que el aludido no suele denunciar precisamente. Es mucho más de airear su conocida apuesta por la independencia de un país que, paradójicamente, es clave para la otra salud de la que más disfruta: la empresarial y económica. Cosas de la vida.