| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Solbes retrata la 'Era Zapatero'

La confesión del exministro sobre los errores y desperfectos económicos que provocó su Gobierno describe una época, la de Zapatero, marcada por la inepcia y la falsedad que hoy aún se paga.

| Editorial Opinión

 

 

La comparecencia de Pedro Solbes en el Congreso, donde se desarrolla una Comisión de Investigación de la crisis financiera ciertamente interesante, fue un viaje en el tiempo para encontrar respuestas a graves hechos del pasado que en su momento fueron negados por el propio exministro, entre tantos otros.

Solbes reconoce ahora lo que antes negaba: durante años señalar lo que él confiesa hoy provocaba estigmas 

Solbes hizo un retrato demoledor de la gestión económica del Gobierno de Zapatero y, aunque no fuera ésa su intención, de sí mismo: todo fue catastrófico, desde la contumacia en negar una crisis que ya era aparatosa hasta la respuesta dada para mantener artificialmente la actividad económica de España inflando el gasto público a costa de la deuda y el déficit; pasando por la recreación de una burbuja inmobiliaria, la ausencia de control de las entidades bancarias en la concesión de crédito o la venta de preferentes o la aprobación de dispendios como el Plan E o el célebre cheque-bebé.

Por sostener en aquellos tiempos lo que ahora confiesa Solbes, el Gobierno de Zapatero y sus defensores despellejaron literalmente a rivales políticos y medios de comunicación que, simplemente, veían lo que ocurría y fueron estigmatizados por quienes lo negaban con una mezcla de irresponsabilidad e interés político simbolizado en un célebre debate entre el propio Solbes y su homólogo en el PP, Manuel Pizarro, en el que el primero minusvaloraba la inminente crisis mientras el segundo la anticipaba al detalle para proponer antídotos al respecto.

El dañino buenismo

Lejos de resultar balsámico el discurso del exministro socialista,  es frustrante que ahora reconozca lo que era su obligación conocer cuando estaba en activo. E indignante que lo justifique apelando a simples "errores" en las previsiones para esconder la explicación real: aquel Gobierno mintió de manera premeditada, aplazando medidas y decisiones necesarias que, sin embargo, colisionaban con sus expectativas electorales y contradecían un discurso buenista tan inútil y dañino como antipedagógico para una sociedad tratada de menor de edad.

Esto último, por cierto, alojó en la parte de la ciudadanía una equivocada manera de enfrentar los problemas y estimuló, como nada, el nacimiento de Podemos, la formación que más aprovechó el descontento, la indignación y el victimismo creados por el fracaso intelectual y político de Zapatero.

 

Solbes retrata la época de Zapatero: ahora ha preferido parecer un incompetente a un mentiroso, pero es las dos cosas

 

Solbes ha sido un personaje clave en la Administración española y europea durante décadas, amén de consejero de multinacionales eléctricas, y su trayectoria y bienestar personal es antagónico al del resultado de su gestión en todas esas áreas: hiciera lo que hiciera, a él le iba bien, en una sangrante conculcación del principio básico de todo servidor público.

Era previsible

La crisis, que está lejos de haber terminado aunque sus brotes más agudos han pasado y los riesgos más graves para España se han superado, no fue un fenómeno meteorológico imprevisible y sin antídotos; sino la consecuencia directa del estado de la economía, de la actividad del Estado y de las condiciones creadas básicamente por las instituciones públicas, titulares de todas las herramientas de regulación, control e intervención en los ámbitos financieros detonantes del drama.

Las burbujas bancarias, inmobiliaria o de gasto público que, combinadas, desembocaron en la mayor crisis económica mundial y española en más de medio siglo; eran previsibles, pero sobre todo deudoras de políticas determinadas y dirigidas que se han intentado tapar luego, de manera burda, echando la culpa a los etéreos "mercados". En realidad fueron consecuencia de decisiones de personas como Zapatero y de silencios de personas como Solbes, que ha preferido parecer un incompetente a un mentiroso, cuando probablemente sea las dos cosas.

Porque mientras el presidente del Gobierno presumía de sector bancario, aseguraba que España iba a jugar en la 'Champions' económica, prometía el pleno empleo y anunciaba que superaríamos a Italiaen renta; su hoy crítico ministro de Economía callaba, asentía y ponía en marcha sus políticas suicidas para evitar que su partido, el PSOE, sufriera desgaste en las urnas.