La raíz de diente de león es un excelente depurativo del hígado, que ayuda a eliminar las toxinas y mejorar el funcionamiento de este órgano vital. Las flores de diente de león son antioxidantes y refuerzan el sistema inmunológico, además de ser muy sabrosas si las fríes con un poco de harina. Las hojas de diente de león son digestivas y regulan el azúcar en sangre, y puedes usarlas como si fueran achicoria en tus ensaladas, ya que pertenecen a la misma familia.