El clásico Nokia 3310 se está usando como llave maestra para el robo de coches

El Nokia 3310, uno de los teléfonos móviles más icónicos de todos los tiempos, ha resurgido en el mercado como una herramienta para robar coches en Estados Unidos. La tecnología de los coches modernos permite la conexión de dispositivos que pueden abrir y arrancar el motor sin necesidad de la llave electrónica del dueño. Los ladrones están utilizando el Nokia 3310, junto con otros dispositivos disfrazados, como un altavoz bluetooth o un teléfono móvil, para desbaratar la electrónica de los vehículos.

El proceso para robar un coche con este tipo de dispositivo es sencillo. Solo hay que conectar el dispositivo a través de un USB en el vehículo y coger dos cables del dispositivo para desmontar el faro y meter los cables en los agujeros adecuados en el lado del vehículo del conector. Según los vendedores, el Nokia 3310 funciona con coches estadounidenses y el encendido del motor lleva unos 10-15 segundos. En sitios web y canales de Telegram, se anuncian estos dispositivos por entre 2.500 y 18.000 euros.

Los propietarios de los vehículos modernos no pueden hacer nada para protegerlos de estos cacos tecnológicos, según Ken Tindell, director de tecnología en la empresa de ciberseguridad para vehículos Canis Labs. Los vendedores del dispositivo ofrecen actualizaciones para los dispositivos comprados anteriormente. La apariencia del Nokia 3310 es solo un disfraz, ya que los ladrones pueden utilizar dispositivos con formas diferentes, como altavoces bluetooth o teléfonos móviles.

De esta forma, el clásico Nokia 3310 se ha convertido en una herramienta para el robo de coches en Estados Unidos y su popularidad ha crecido entre los delincuentes gracias a su capacidad para desbloquear la electrónica de los automóviles modernos en cuestión de segundos. A pesar de que se han reportado casos de robo en vehículos de diferentes marcas, los propietarios no tienen opciones sencillas para protegerse contra este tipo de ataques. Por lo tanto, es importante que los fabricantes de automóviles trabajen en mejorar la seguridad de sus sistemas electrónicos para evitar que este tipo de herramientas se conviertan en una amenaza para sus clientes.