Volando voy, volando vengo: cinco películas que discurren entre aviones, maletas y salas de embarque

No hay escena más entrañable que la de un reencuentro en un aeropuerto. Probablemente este sea el lugar donde más gente feliz hay por metro cuadrado, sobre todo si nos vamos a la parte de llegadas. También es cierto que es lugar de despedidas, de comienzas y de inicio de nuevas aventuras. Y en fechas como las navideñas cobran todavía más sentido. Porque estos días son un ir y venir de personas que vuelven a casa por Navidad para reencontrarse con sus seres más queridos.

Los aeropuertos forman parte de nuestra vida y también de la del cine. Porque son innumerables las películas en las que la trama se desarrolla entre salas de embarques, recogida de equipajes, aterrizajes o cafeterías. En muchas, incluso, tienen un papel bastante protagonista porque buena parte de la película se desarrolla en ellos. Por eso, aprovechando que en estos días los aeropuertos son lugar de peregrinación, vamos a recordar cinco títulos de la gran pantalla que tienen a este lugar como parte esencial de su argumento.

Aeropuerto (1970)

Basada en la novela homónima de Arthur Hailey, esta película fue una de las precursoras del género de cine de desastres, que tantos títulos ha inspirado como El Coloso en Llamas o Aterriza Como Puedas. La cinta tiene como protagonista al aeropuerto de Chicago, cuyo responsables intentan mantener abierto a toda costa a pesar del temporal de nieve que azota la ciudad, dificultando el intenso tráfico de su aeropuerto. A pesar de las malas condiciones meteorológicas, el aeropuerto consigue permanecer abierto, pero entre los aviones que despegan causa una gran alarma el que vuela con destino a Roma, porque, entre los pasajeros, hay un polizonte y un hombre con un maletín sospechoso.

Solo en casa 2: Perdido en Nueva York (1992)

El pequeño Kevin McAllister es un experto en eso de pasar solo la Navidad. Porque no le basta con quedarse solo en casa en la primera película de esta famosa saga navideña, sino que al año siguiente se confunde de vuelo y acaba en Nueva York, en lugar de en Miami que es donde aterriza su familia. Y es precisamente en el aeropuerto newyorkino donde se da cuenta de que algo no va bien, cuando a través de una enorme cristalera visualiza los famosos rascacielos tan característicos de la Gran Manzana. Además del de Nueva York, en la segunda cinta protagonizada por Macaulay Culkin también aparecen los aeropuertos de Chicago, donde vive la familia, y de Miami, donde creen que van a pasar unas vacaciones navideñas de ensueño.

Atrápame si puedes (2002)

Dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Leonardo Dicaprio, Atrápame si puedes está basada en una historia real de los años 70, la de Frank W. Abagnale, un joven e ingenioso delincuente que adoptaba diferentes identidades (médico, abogado o copiloto de líneas aéreas). Carl Hanratty, un agente del FBI, tiene la misión de seguir su pista y capturarlo para llevarlo ante la justicia, pero Frank siempre va un paso por delante de él, disfrutando y evitando ser detenido. Está disponible en el catálogo de Netflix.

La terminal (2004)

Es probablemente la película que a más personas les venga a la cabeza si le preguntamos por títulos que tengan que ver con aviones y aeropuertos. Protagonizada por Tom Hanks, nos presenta a Victor Navorski, un ciudadano de un pequeño país del Este europeo que se ve involuntariamente exiliado en la terminal internacional del aeropuerto JFK de Nueva York cuando estalla una guerra civil en su país. A raíz del conflicto, el pasaporte de Victor queda anulado y se ve obligado a quedarse en la terminal, ya que no puede pisar suelo estadounidense ni subir a ningún avión. Durante su estancia, hará de todo para sobrevivir y entablará relación con el personal que trabaja en el aeropuerto, especialmente con una bella azafata y con el estricto responsable de seguridad de la instalación. La película está inspirada en el caso real de un exiliado iraní que estuvo viviendo 18 años en la terminal internacional del aeropuerto Charles De Gaulle de París.

Amor sin escalas (2009)

En los aeropuertos es muy común ver a personas que viajan por trabajo, los hay incluso que llegan a coger un vuelo diario. Y es precisamente el caso de Ryan Bingham, el protagonista de esta película a la que da vida George Clooney, que viaja por el país contratado por empresas para reducir personal despidiendo empleados. Sin embargo, con la llegada de una nueva colega, por la que se siente atraído, verá peligrar su propio trabajo y, con la perspectiva de ser destinado a un puesto fijo, empezará a meditar sobre lo que significaría tener un hogar de verdad. Está disponible en el catálogo de Netflix.