Harrison Ford y sus constantes imprudencias sobre el aire, también durante la cuarentena

El actor estadounidense está siendo investigado porque ha salido a pasear con su avioneta en plena cuarentena y ha provocado un accidente aéreo en el que otro avión se ha visto involucrado. No es la primera vez que le sucede algo así y ha tenido la suerte de sobrevivir.

Ford comenzó a cogerle el gusto a pilotar a los 50 años y también tiene permisos para volar helicópteros. Desde entonces, y con toda su experiencia, ha tenido hasta 5 incidentes mientras sobrevolaba diferentes lugares de Estados Unidos.

El último tuvo lugar el pasado viernes en el sur de California y, según la Administración Federal de Aviación, que alegó que no había peligro de accidente, la avioneta Aviat Husky de dos asientos que pilotaba el intérprete se cruzó por error en una pista del aeropuerto Hawthorne de Los Ángeles donde aterrizaba otro avión.

El representante del actor de 77 años ha emitido un comunicado pidiendo disculpas en nombre de Harrison y reconociendo su fallo. "El propósito del vuelo era mantener la vigencia y la competencia en la aeronave. Nadie resultó herido y nunca hubo ningún peligro de colisión". Según sus palabras, el piloto había “escuchado mal” una instrucción del control de tráfico aéreo.

Parece que a la estrella de Indiana Jones no se le quitan las ganas de volar a pesar de los altercados que ha sufrido. El primero de ellos fue en el año 1999 cuando aterrizaba precipitadamente su helicóptero después de un vuelo de recreo, también en Los Ángeles, del que tanto él como el instructor salieron ilesos.

Tan solo un año más tarde, otra aeronave que dirigía tuvo que aterrizar de emergencia en Nebraska sin tener que lamentar daños mayores, a diferencia de lo que sucedió en 2015, cuando su antiguo avión se estrelló en un campo de golf de Los Ángeles.

Además de todos estos y del más reciente, en 2017 aconteció el que pudo ser el más fatal cuando, por una imprudencia, voló justo sobre un avión comercial American Airlines que llevaba a bordo a 110 pasajeros y tripulantes mientras se encontraba en el aeropuerto John Wayne de California. Afortunadamente nadie resultó herido y la Administración Federal de Aviación no tomó medidas al respecto.