Luchar contra el abandono escolar en una ciudad en crisis: así es la segunda temporada de ‘HIT’

Colegios, institutos y universidades ya se encuentran a pleno rendimiento. Todos han abierto ya sus puertas, sin embargo todavía queda uno por hacerlo. Está situado en Puertollano (Ciudad Real) y en él se imparte Formación Profesional. Hasta allí se ha desplazado Hugo Ibarra Toledo, un profesor conocido como HIT al que nada ni nada se le pone por delante para mirar de frente a los problemas que afectan a los jóvenes y a la educación actual.

En este instituto se desarrolla la segunda temporada de HIT, la serie de RTVE que tiene la educación como telón de fondo y que resultó ser toda una revelación a lo largo de su primera entrega, por los temas que en ella se trataban. Los nuevos capítulos, que llegan el próximo jueves 21, comienzan con la llegada del profesor, a quien vuelve a interpretar Daniel Grao, a la localidad para liderar un proyecto piloto contra el abandono escolar. Hugo se topa con un panorama desolador, ya que va a tener que impartir clase a un grupo de adolescentes instalados en el fracaso.

Un nuevo instituto se traduce en nuevos alumnos. Así, podremos conocer a Matthew (Son Khoury), que vive encerrado en su habitación pegado a una pantalla; Paula (Carlota Gurpegui), que quiere subir en la escala social a cualquier precio; Román (Álvaro de Juana), con inclinaciones violentas; Chelo (Alba Del Ángel), obcecada con la fama; Teo (Jacobo Camarena) diagnosticado de TDAH; Lucía (Claudia Licari), madre soltera a los 16; Jota (Manuel Soler), víctima de acoso; Dan (Leonor Pernas) pasa de géneros; y Karmen (Teresa de Mera) es radical, animalista y feminista.

Además de los más jóvenes, al reparto también se incorpora Marta Larralde para dar vida a Francis, la conductora del autobús del instituto y con la que HIT mantendrá una relación de los más especial. A pesar de estar curtido en mil aulas, el profesor no será capaz de impresionar a sus alumnos y ni siquiera sabrá cómo ayudar, ya que el contexto que les rodea no es el más adecuado: una ciudad en crisis, marcada por el anuncio del cierre de una importante empresa energética, que amenaza con dejar en la calle a las familias de muchos de sus nuevos alumnos. En este entorno, Hugo se topará con nuevos problemas como el consentimiento, bullying, autoestima, baja tolerancia a la frustración, consumismo, xenofobia.... Además, volverá a enfrentarse al viejo demonio del alcoholismo, y también a sentimientos inesperados como el asalto del amor o la llamada de la paternidad.