| 14 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Oltra en el que fue su escaño en el parlamento valenciano.
Oltra en el que fue su escaño en el parlamento valenciano.

Mónica Oltra será juzgada: Estas son las claves

La exvicepresidenta comparece como investigada ante el juez para tratar de rebatir la acusación de encubrir un caso de abusos sexuales de su entonces marido, condenado a 5 años de cárcel.

| Á. E. Edición Valencia

La declaración judicial de Mónica Oltra como imputada está siendo analizada como un antes y un después. Desde Compromís esperan su confesión como clave para que quede “liberada de toda culpa” y pueda volver a la actividad política cara al público. Desde el PP pusieron de manifiesto que la declaración de la investigada Oltra les serviría para decidir si se personan como acusación popular en defensa de los intereses de los valencianos.

El PSPV espera algo distinto a lo que dicen, pues si bien el presidente Ximo Puig  tendió su mano a su exvicepresidenta en la esperanza de su absolución, sus recientes encuestas le vaticinan un fortalecimiento a costa de la caída de Compromís motivada por el escándalo Oltra.

Vox se personó como acusación, cuando el asunto ya estaba muy avanzado, y no ha dejado dudas sobre sus intenciones, y los de Unidas Podemos blanquean a sus socios de Compromís, evitando que el asunto sea investigado en las Cortes y faltando con ello a su promesa electoral de transparencia política. Pero todo apunta a que declare lo que declare Oltra todo va a ser un “más de lo mismo”.

El horizonte procesal de la imputada que pocos cuentan está muy complicado, con independencia de lo que ésta ponga de manifiesto ante el juez, acogida a su derecho de investigada de no inculparse, de permanecer en silencio, e incluso de mentir. Con esa salvaguarda constitucional, su declaración puede ser cualquier cosa.

Ella puede confirmar la autoría de las órdenes que impulsaron en la apertura y motivación del expediente que acabó negándole credibilidad y asistencia a la víctima (una niña de 14 años tutelada por la conselleria que ella dirigía) ante el conocimiento de la Orden Judicial de Protección que pidió la Fiscalía de Menores para la niña y que acordó el Juez de Instrucción por auto, ante la existencia de abusos sexuales.

Abusos que luego resultaron reconocidos judicialmente como hechos probados cometidos por su entonces marido Luis Ramírez Icardi al tiempo de estar conviviendo familiarmente con Mónica Oltra y sus hijos. Oltra ya lo declaró por la soberbia que le daba el poder, y textualmente en las Cortes Valencianas, y consta en su diario de sesiones. Lo declaró ante los medios de comunicación, en rueda de prensa, en alarde de creerse por encima de todo control y henchida de poder y convencida de su  capacidad de seducción con los medios. Y lo ratificó posteriormente en un alarde de estúpida gallardía –sólo propia de un error de defensa, y apañado está quien se lo recomendara– cuando por último dijo que ella era la única culpable política de las órdenes que impulsaron el expediente para investigar a la niña y  pidienro “dejar en paz a los funcionarios”.  

 

Confesión esta que hizo temblar a las defensas de los altos cargos imputados del equipo de Oltra, en tanto que los comprometía y culpabilizaba, pues si ella había dado una orden injusta e ilegítima, todos la habían secundado desde el conocimiento de la injusticia.

Ella puede negarlo todo, sorprendernos y acogida a su derecho a mentir desdecirse y decir ahora que no sabía nada, apoyando a sus Directoras Generales y centrifugando la culpa del impulso, finalidades y resultado amorfo del expediente a  los funcionarios de abajo.

Pero diga lo que diga es difícil que esto acabe tras su declaración. Pocas causas con trascendencia política han llegado al Juzgado con la rotundidad de las manifestaciones de Fiscalía, en el informe por el que pide la imputación de Oltra, por el propio Juzgado de instrucción nº 15, donde el juez Ríos ya propuso su extenso parecer al TSJCV cuando remitió la causa a la Sala de lo Penal para que estimara si Oltra debía de ser imputada, y la propia Sala de lo Penal del TSJCV cuando resolvió con una extensa y concisa motivación que Oltra fuese investigada.

En el Caso Oltra, el del pufo de Oltra, el del desamparo de la menor abusada por el marido de Oltra, las pruebas son escritas, y son expedientes administrativos y judiciales y son declaraciones ya prestadas por otros investigados.  No hay testigos. No hay novedades. Nada nuevo puede aportar Oltra con su declaración

Mal color tiene el enfermo.