| 04 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Programas de recuperación tras cometer un delito

Los trabajos en beneficio de la comunidad son programas muy específicos y normalmente largos en el tiempo, diseñados para hacerles comprender la gravedad de sus hechos

Mucho se ha debatido sobre este tema, sobre todo en  las charlas feministas y no tan feministas y en todas que se precien se ha cuestionado la importancia y necesidad o pérdida de tiempo de estas medidas.

Los Trabajos en Beneficio de la Comunidad son penas que impone el Juez a los penados en la Sentencia y que los Servicios Sociales Penitenciarios ponen a funcionar. Dependiendo de la gravedad del hecho en sí, hay más cantidad de jornadas o menos, y también se recurre mucho a Programas de deshabituación de drogas y sobre la igualdad, hay infinidad de programas activos y según el Juez se aplican unos u otros.

Esta pena/medida es, por lo general, mal aceptada entre los penados, como todas, claro, pero aceptan a regañadientes a sabiendas de que si no la cumplen pueden entrar en prisión, pero hay que decir que están diseñados para adecuarse a las necesidades del penado, vaya que se establece un buen plan de horarios para su mejor cumplimiento y efectividad.

La cuestión es si son realmente efectivos, y la respuesta es que sí, porque son programas muy específicos y normalmente largos en el tiempo, diseñados para hacerles comprender la gravedad de sus hechos y hacer aquello que nunca estuvieron dispuestos a hacer, de todas formas, también hay quien se los deja a mitad de cumplimiento, y ello supone una falta grave, y aun así se intenta cambiar de programa para adecuar mejor su cumplimiento y por supuesto su aprovechamiento de cara a enfocar su vida desde otro punto de vista. ¿Se consigue? Pues es como todo, en muchos casos hay que decir que son un éxito, en otros, no sirven para nada, los cumplen como un mero castigo, una obligación del momento y vuelven a las andadas.

Es mejor que existan.

Pero hay otro tema ¿y las víctimas? ¿Deberían tener “por obligación” unos programas formativos? He ahí la cuestión, por obligación no se puede realizar nada con nadie, porque claro, partimos de la base que son ellas las perjudicadas/ofendidas en muchas ocasiones, y sobre todo en los casos en que se niegan a denunciar y/o a declarar, pero en mi modesta opinión, sí que se debería imponer unos programas formativos de recuperación de la conciencia, de la seguridad, de la propia personalidad de un ser humano en Servicios Sociales o institución estatal seria, organizada, que estructure un equipo de intervención especializada en cada población, y que por orden del Juez en concreto pueda sacarlas de su ignorancia y desengancharlas de sus agresores y que pudieran hacer una vida totalmente normal sin querer volver con ellos, hacerlas objetivas, conscientes, precavidas o al menos concienciarlas de esa retirada a tiempo que en más de una ocasión les podría salvar la vida.

Estos programas, previo pago (ayudas económicas) podrían ser efectivos en un gran porcentaje de casos y rechazarían menos esta intervención. Las estadísticas y los estudios ayudarían a dar con soluciones. No olvidemos que la asistencia y tratamiento de los agresores es tan importante como lo anterior, el sistema debe de asumir que ellos deben de ser tratados por los los grandes y formados especialistas precisamente para cambiar pensamientos que nacen de la cultura obsoleta, la educación, el entorno familiar, o el modo de vida vivido. Son necesarias estas terapias que deben de imponerse como medida de socialización, como medio indispensable de la comunicación y nunca la violencia.

Ya hablaremos de los presupuestos destinados a las ayudas de aquellas más vulnerables… ya que hay muchas cosas a tener en cuenta.

Se trata de avanzar en la carrera de la protección de la víctima (y esto incluye a la “trata” que son personas con muchísimos problemas) y evitar que esas personas que sufren sigan siendo victimizadas por un sistema que no es perfecto y que desde hace tiempo está inerte sin cambios en positivo.

No es fácil, hay que trabajar las hipótesis, las ideas, y ver qué soluciones a corto, medio y largo plazo se podrían adoptar para que la violencia, el poder sobre el otro, la maldad, no se salga con la suya.

*Grupo EmeDdona