Mónica Oltra y Compromís salpicados ahora en una trama de corrupción

Continúa la sesión de las declaraciones de los testigos del conocido caso Alquería, la trama de corrupción con la que presuntamente PSPV y Compromís se favorecían a través de la empresa pública Divalterra entre 2015 y 2018. El testimonio del responsable de Recursos Humanos de la compañía sustenta y reafirma la versión de que el expresidente de la Diputación, Jorge Rodríguez (PSPV), habría ordenado la presunta contratación irregular de políticos provinciales y cargos influyentes en el partido con fines políticos, con la novedad de quedar desvelado que estas personalidades forman parte del círculo de confianza del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, e incluso a uno de ellos "le había puesto allí su amiga Mónica Oltra".

El exresponsable de Recursos Humanos de Divalterra, Vicente Domingo, corrobora lo que este lunes adelantó el asesor jurídico ante el juez: se procedió a la contratación en Divalterra como alta dirección de presidentes provinciales del partido sin la correspondiente convocatoria pública. 14 contratos bajo manga llevados a cabo pese a los 11 informes en contra y que suponen un perjuicio para las arcas públicas de 1,1 millones de euros con el fin de obtener un mayor control del partido en todos los territorios.  "Desde el principio era evidente que los puestos estaban otorgados con nombres y apellidos y que no se iba a sacar una convocatoria pública (...) No se siguió el procedimiento reglamentario", ha declarado.

"Una de ellas me dijo que era cercana a Compromís. Otro que era amigo de Mónica Oltra y que ella lo había llevado allí. Otro decía que tenía amistad personal con Ximo Puig y que había trabajado en Blanqueries muchos años y en el Gobierno de Joan Lerma. Otro que tenía relación con Jorge Rodríguez, presidente de la Diputación. Otro era teniente alcalde de Silla por Compromís y se ausentaba de las oficinas porque tenía que atender responsabilidades del Ayuntamiento", ha relatado el exresponsable de Recursos Humanos. 

Además, "en los expedientes laborales de las personas contratadas en Divalterra como alta dirección no estaba ni el currículum ni la convocatoria del puesto ni las bases. Absolutamente nada", ha recalcado Vicente Domingo.

El testigo ha asegurado que ninguno de estos nuevos altos cargos contratados "ocultaba su afiliación política", sino que presumían de su partido y de sus amistades. Es el caso del presunto "enchufado" y amigo íntimo de Mónica Oltra, Raúl Ibáñez, quien "afirmaba que estaba en la empresa porque Oltra lo había llevado allí", manifiesta el exresponable de RRHH. En definitiva, eran "todos conocidos. Unos provenían del PSPV y otros de Compromís. Los propios directores de área lo manifestaban y todos sabíamos de qué partidos eran", ha añadido.

Precisamente el amigo de Oltra, Ibáñez, figuraba como responsable de área y no como director, según ha manifestado el testigo. Por este motivo se produjo un conflicto y este respondió que protestaría al partido, que  " era amigo personal de Oltra y que iba a llamarla y solucionarlo inmediatamente". Y, al parecer, así fue. Según Domingo tras este incidente se modificó su contrato por orden de la entonces gerente de Compromís Agustina Brines, quien supuestamente presionó al departamento jurídico de la empresa pública para maquillar los contratos. 

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