| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Embajada: Qué buen vasallo si tuviera buen señor

Cantó tiene ahora un problema: se está quedando sin partido.

| Fernando Ferrando Edición Valencia

Toni Cantó se desvelado en Valencia como un gran parlamentario. Su intervención descalificando al comunismo corrió como pólvora por las redes sociales porque fue de lo mejor que se ha escuchado en la tribuna de oradores de Les Corts.

Muchos, yo el primero, no dábamos un duro por él. Creímos que venía a Valencia a regañadientes y que volvería a Madrid en cuanto pudiese, que era un actor metido en política para garantizarse el sueldo a fin de mes. Pero no ha sido así. De hecho, es la voz y la cara de la oposición a Ximo Puig. Su voz, su gesticulación y la decisión con la que expone sus argumentos llenan la pantalla y atraen la atención.

Pero Cantó tiene ahora un problema: se está quedando sin partido. Inés Arrimadas está muy lejos de ser la lideresa que requiere un partido con ansias de gobierno. El toro le viene grande. Fue buena candidata en Cataluña porque defendía allí lo que nadie se había atrevido a defender en treinta años: la Constitución y la españolidad de Cataluña. Pero fuera de ese ámbito, Arrimadas se quedó sin discurso y limitó a decir obviedades para no comprometerse con nada ni con nadie.

Cantó tiene ahora la experiencia y las hechuras para liderar cualquier proyecto político, dentro y fuera de la Comunidad. No andamos sobrados de gente así y sería una lástima que ese talento se echase a perder por falta de un partido que le arrope.