Una Erasmus valenciana relata cómo se vive el coronavirus en Milán

El coronavirus se extiende por el norte de Italia cobrándose 6 muertos y contagiando alrededor de 160 personas, tan solo en esta zona del país. De momento, parece que la única solución es el aislamiento; cierre de puertas, uso de mascarillas y localizar a los afectados. El punto neurálgico de la zona de Lombardía, Milán, ha decretado el cierre la catedral, de universidades, escuelas, cines, teatros... que por el momento permanecerán cerrados durante toda la semana. Todo ello con la intención de prevenir y evitar la expansión del virus. 

La ciudad está en alerta. "Muchos habitantes se han apresurado en comprar víveres de reserva por si la situación se extrema y las mascarillas han inundado las calles", así lo cuenta una estudiante valenciana que se encuentra allí. Las estanterías de muchos establecimientos han amanecido vacías e incluso algunos usuarios han informado de que la situación en algunos supermercados era desbordante, de tal manera que en algunos de ellos se estableció la medida de entrar por grupos de 40 personas para evitar el caos. 

Además, según han informado, en algunas zonas de la gran ciudad las mascarillas escasean.  Una situación que se repite con el gel desinfectante. 

A pesar de esto, el día transcurre con normalidad en los aeropuertos de Milán.  "La mayoría de personas llevan una mascarilla puesta. Aquí no nos han hecho ningún tipo de control, nos han dicho que cuando lleguemos a España", ha señalado la estudiante que acaba hoy su etapa Erasmus en Milán. 

Según ha informado la joven, muchos de sus compañeros Erasmus han decidido adelantar el final de su viaje de estudios y muchos otros vuelven a España por tiempo indefinido, hasta que la situación vuelva a la normalidad, pese a los constantes mensajes de calma por parte de las autoridades italianas.

Las medidas de seguridad han aumentado considerablemente. Muchos lugares de turismo y ocio se han clausurado, pero los comercios permanecerán abiertos. Sin embargo, Beppe Sala, alcalde de Milán no descarta cerrar dichos y ha aconsejado reducir las actividades sociales a los ciudadanos.