El Congreso del PSOE impulsa a Puig en la financiación entre críticas de barones

No había espacio para la sorpresa en el 40 Congreso Federal del PSOE. Bautizada como la cumbre de la “unidad” y los “reencuentros”, los socialistas han sabido sellar sin mayores sobresaltos una segunda jornada que, a priori, podían antojarse complicada. La división entre barones del partido en torno a la reforma del sistema de financiación amenazaba con quebrar el ambiente de consenso que se respiraba en la Feria Valencia y el ansiado objetivo de  Pedro Sánchez de firmar una tregua para encarar el próximo ciclo electoral con la suficiente “fuerza”. 

Pero en un cónclave diseñado al milímetro, ni tan siquiera las últimas polémicas han logrado dinamitarlo. Entre ellas, el enfado suscitado en Ferraz tras conocerse la asistencia de algunos barones socialistas a la reunión convocada el próximo 2 de noviembre por el presidente gallego del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre el reparto irregular de la financiación autonómica. Aunque la presencia de Puig está descartada, el 'president' de la Generalitat consideró apropiada la cumbre porque “yo también me he reunido con líderes de diferentes raíces ideológicas”.

Y es que esta lucha fiscal tampoco entiende de intereses partidistas. En el propio Congreso del PSOE se ha podido escenificar de forma pública dos frentes bien diferenciados: los “privilegiados” por el actual reparto financiero y los promotores de su reforma. El primero encabezado por el manchego Emiliano García Page en representación de la ‘España vaciada, y un segundo bloque liderado por Ximo Puig que busca perseguir criterios de población ajustada.

En declaraciones ante los periodistas, Page ya había descartado antes de debatir las diferentes enmiendas llevar a cabo esta legislatura una reforma del sistema de financiación porque los fondos europeos “dificultan hacer cálculos precisos” y un cambio de posición implicaría que “salgan ganando exclusivamente Andalucía, Valencia, Madrid y Cataluña”. En paralelo, Puig insistía en la “buena voluntad” existente entre compañeros de filas si bien insistía en las complejidades y que “no solo depende del PSOE”, 

Pero en esta ocasión el interés general del partido se ha impuesto para lograr un resultado satisfactorio tras el debate de las enmiendas. O al menos así lo ven en la corriente de Ximo Puig. El presidente valenciano considera que la hoja de ruta marcada en el Consejo de Política Federal les lleva por la “vía correcta” en el objetivo de tener “lo antes posible” el borrador del nuevo modelo de financiación sopesando los valores constitucionales de “igualdad” entre españoles en la prestación de los servicios públicos.

'Ximismo' en la Ejecutivo Federal

Su idea pasa por obtener la reforma a lo largo de la legislatura, aunque incide en que “no sólo depende del Gobierno o del PSOE”, sino de lograr una mayoría suficiente en el ámbito territorial y del Congreso de los Diputados. No en vano, destaca la “empatía” y “confianza federal” pensando en cada territorio y la globalidad, mientras aleja sospechas de confrontación o de un modelo basado en ganadores y perdedores”.

En el congreso que se cierra hoy tampoco ha habido sorpresas en la composición de la dirección. Puig ha conseguido colocar en la Ejecutiva del PSOE a afines entre los 42 integrantes como son el conseller Arcadi España; la diputada nacional Patricia Blanquer; la ministra de Ciencia, Diana Morant, y la alcaldesa de Castelló de la Plana, Amparo Marco.