| 16 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse
Pilu Hernández.
Pilu Hernández.

El Pupitre de Pilu: "Se despista como una mosca"

¿Qué hacemos pidiendo a los menores que se concentren y que estén horas seguidas, primero en el cole, y luego en casa? Los menores no son robots.

La primera capacidad de atención que adquiere un niño es la involuntaria, precisamente, ¡la de despistarse! Con esta frase ya quiero que se entienda que lo normal es que los menores se despisten, no es nada raro y tampoco es nada malo.

Con el tiempo, va creciendo la capacidad de concentración, que es la que trabajamos pero no podemos olvidarnos de que, como avisan los neurólogos, tiene un tiempo determinado; si los adultos no nos concentramos más de una hora seguida, ¿Qué hacemos pidiendo a los menores que se concentren y que estén horas seguidas, primero en el cole, y luego en casa?

Además, los menores no son robots: si estamos haciendo los deberes y llaman a la puerta nos se van a desconcentrar; si están los amiguitos jugando y estamos escuchándoles nos vamos a distraer; si hay algún problema en casa, directamente no nos vamos a concentrar… Así que, si los factores habituales no son un problema, tenemos que ver si el menor está aburrido o, simplemente, va
perdiendo la concentración.

Con estas bases tenemos que averiguar entonces cómo lograr que nuestros hijos aprendan, se concentren y disfruten, sin que sea una tortura para ellos… ni para nosotros, aquí van algunos consejos partiendo de que la neurociencia afirma que los niños menores de 12 años no pueden estar concentrados más de 10 o 15 minutos: 

Primero, jugar después del colegio: parque, actividades, juegos en casa… que se diviertan y se muevan, que noten la diferencia entre el cole, estar sentados, y la salida, estar moviéndose. Esto les ayuda a desconectar y a divertirse.

Segundo, rutinas; hay que establecer un orden en cómo hacemos las cosas en casa y siempre repetirlo de la misma manera, por ejemplo: parque, deberes, baño y cena. Esto les ayuda a desarrollar su personalidad con una fortaleza emocional y a saber qué hay que hacer cada día. 

Tercero, descanso: los menores necesitan muchas horas de sueño y además que les ayudemos a ello con la alimentación. Lo mejor es evitar ciertos excitantes por la tarde y por la noche, como las bebidas con gas o el chocolate. 

Finalmente, una frase para reflexionar: jugar recarga las pilas y estudiar las desgasta.