| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Embajada: Me da que no hay plan

Cómo nos citarán, en qué orden, qué incidencias están previstas; por ejemplo, qué hacer cuando sobra una dosis, ¿se le pone al alcalde del pueblo, se sortea entre los vecinos...?

| Fernando Ferrando Edición Valencia

Me gustaría creer que alguien ha elaborado un plan serio de vacunación. Pero me da que no. Por ahora lo único que he podido encontrar es un dibujito en la web de la Conselleria de Sanidad en el que se habla de los cuatro primeros turnos de la vacunación. Pero no es un plan, eso es el esquema de la primera parte de un plan.

Un plan como Dios manda debe responder a cinco preguntas; cómo, qué, cuándo, dónde y quién. Por ahora sólo sabemos el qué: nos van a poner una vacuna. Y entiendo que no se puede responder al cuándo, porque depende del suministro de vacunas. Pero me gustaría creer que alguien ya tiene previsto el cómo, el dónde y el quién.

Cómo se va a vacunar al grueso de la población, a los que no están agrupados físicamente en un edificio. Cómo nos citarán, en qué orden, qué incidencias están previstas; por ejemplo, qué hacer cuando sobra una dosis, ¿se le pone al alcalde del pueblo, se sortea entre los vecinos o se le pone al alcalde?

Me gustaría saber dónde nos van a vacunar, si nos van a hacer desfilar por los centros de salud, en
cuyo caso acabará la década y aún estaremos haciendo colas. O si por el contrario van a
montar carpas en las plazas de los pueblos y ciudad o si, como en Estados Unidos, van a abrir el
Mestalla y a vacunarnos a todos sin necesidad de salir del coche.

Y me gustaría saber quién. Es decir, si están previstos los medios humanos para vacunar a 5
millones de ciudadanos en la Comunidad Valenciana. Si van a primar los criterios prácticos y
científicos, sobre las ideologías políticas; es decir, si van a contar con la ayuda de hospitales,
clínicas y profesionales privados, o van a seguir en su cerrazón de que esto es sólo
competencia de las instituciones públicas aun cuando eso ralentice el proceso con el
consiguiente coste en vidas humanas.

Me gustaría, en definitiva, creer que en esto de la vacunación no vamos a ir, como en el resto
de la gestión de la pandemia, a salto la mata y siempre tres pasos por detrás del endemoniado
bichito.