Por qué Pedro Sánchez no huele a oveja

El 9 de octubre de 2018 ha pasado a la historia valenciana como el primero con presencia de un presidente del Gobierno. Punto. Porque de forment, ni un grà. Ni siquiera una vaga promesa de reforma del sistema de financiación autonómica. Y desde luego, nada de mezclarse con la plebe en la Procesión Cívica.

Un día antes, el coordinador de EU en Valencia, Amadeu Sanchis, lamentaba en CV Radio que Pedro Sánchez no quisiera conocer de primera mano las cosas que seguramente le iban a decir los valencianos al paso de la comitiva. Aunque te insulten, añadía. Algo parecido al olor a oveja que le pedía el Papa Francisco a sus obispos.

De momento el presidente del Gobierno ha demostrado poca sensibilidad para con los valencianos: ningún avance significativo en la visita de Ximo Puig a Moncloa, ningún anuncio ni siquiera de buenos propósitos durante el 9 d'octubre, nada de la financiación autonómica en los PGE 2019. Hasta que no se resuelva el lío catalán, le disculpan algunos … Bueno, es lo mismo que se decía en tiempos de Mariano Rajoy. Evidentemente (hasta ahora) estas cosas de la infrafinanciación no son de las que dan votos porque pocos las entienden, al contrario que un SMI de 900 euros.

Sánchez está a otras cosas. Tres días después tuvo el lamentable error que ahora la Casa del Rey se ha auto-adjudicado para salvarle la cara al presidente. Hoy por ti. El PSOE, junto con PP y Ciudadanos, es el dique de contención de la ola anti-monárquica que sopla Podemos y agitan los levantiscos catalanes. Quedó demostrado cuando acabó de decantar hasta tumbar la comisión de investigación sobre asuntos que concernían al monarca emérito que promovían sus socios de resto de legislatura, empeñados como están en conseguir sus objetivos irrenunciables. Para lo que es preciso romper la Constitución y a quien se ponga por enmedio. Y el rey hace ahora un año lo hizo.