¿Es el Congreso del PSOE o el Tomorrowland?

Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa toda su comunicación se ha caracterizado por el efectismo y los fuegos artificiales, por el estilo sacado de una serie política americana, y el 40 Congreso del PSOE no iba a ser menos. Sanchismo puro, fiesta por todo lo alto con fuegos artificiales literalmente en el cielo de Valencia.

“Esto no parece el Congreso del PSOE, parece el Tomorrowland”, fue el comentario de uno de los periodistas al llegar y ver la explanada de Feria Valencia llena de música y food trucks como quien va a un festival veraniego. Con tienda de merchandising del PSOE con la cara de Zerolo y zonas de música y chill out para tomar cerveza. ¡Hasta una agencia de viajes del PSOE! Y es que para un congreso que los socialistas celebran sin tener que estar largas horas negociando hasta la madrugada para integrar a diferentes sectores en la ejecutiva o para conseguir el voto a uno de los candidatos, tenían que disfrutarlo.

Y bien que han disfrutado. Paellas gigantes para comer con colas que daban la vuelta a Feria Valencia (ya saben, los españoles ven comida gratis y no se lo piensan) y viejas glorias como Felipe González, hasta ahora crítico por algunas de las cesiones de Sánchez a Podemos, abrazando al líder y dando su apoyo al todopoderoso secretario general Pedro Sánchez.

La última vez que se vieron paellas en el PSOE fue en la trágica jornada que acabó con la destitución de Sánchez en Ferraz. Una inmobiliaria aprovechó la ocasión e invitó a los periodistas a paella. Entonces hasta Forocoches mandó un cargamento de Telepizza para mayor escarnio y esperpento. Tres años después las paellas son para comer en plan festivo con ese mismo Sánchez en Moncloa y las pizzas ya no las manda Forocoches, sino que se dan en los food trucks mientras todos brindan con cerveza por la unidad.

Cena homenaje a Ábalos con cabreo monumental incluido

Una unidad que ahora habrá que ver, por cierto, si se traslada a los congresos autonómicos. En un mes el PSPV de Ximo Puig tiene su cita en Bemidorm para, al igual que Sánchez, mostrar su liderazgo al frente de los socialistas valencianos sin ningún rival ni votación en frente. Pero en Benidorm hay grupos que amagan con amargarle la fiesta a Puig.

Los ‘abalistas’, como demostraron en la cena del viernes en Burjassot, siguen muy vivos pese a la defenestración de su líder, el antes todopoderoso José Luis Ábalos. Y en Alicante el sector crítico se agrupa en torno al ex alcalde de Elche, Alejandro Soler, como se demostró en la elección de delegados. Veremos si estos grupos le dan o no un congreso tranquilo a Puig y hasta donde llega la integración y mano izquierda del presidente.