En un comunicado, Compromís atiza a Gómez asegurando que tomó los criterios del PAI sin contar con sus socios de gobierno ni con los vecinos, tachando esa actitud de "una gran irresponsabilidad política" y advierte de que "se ha puesto en entredicho la gobernanza"

Sandra Gómez, por su parte, criticó la intención de Compromís de reducir pisos en el PAI para poner casas unifamiliares, una idea que calificó de "elitista, minoritatia y de chalets de lujo", así como de "alzar el precio de la vivienda y excluir a muchas familias". Esta tensión que amenaza al gobierno municipal de Valencia esconde realmente detrás intereses políticos: Compromís considera Benimaclet una zona en la que pescar votos, con asociaciones controladas por ellos, y no quieren que el PAI de Benimaclet les reste esa influencia. 

La líder de la oposición y del PP de Valencia, María José Catalá, por su parte, denunció ante esta nueva poilémica que "Valencia está paralizada por un gobierno formado por dos partidos que piensan distinto, actúan distinto y son muy desleales", a la vez que denunció "la inseguridad jurídica" y que esto "espanta a los inversores".