“La culpa es de Madrid”: ¿Alguien en el Botànic va a hacer autocrítica del 28M?

Ha pasado una semana desde que los valencianos votaron abrumadoramente cambio de gobierno en la Comunitat Valenciana y en los principales ayuntamientos, pero parece que no se haya movido nada en la izquierda valenciana. Siguen en su "tot va bé" y "hemos gestionado genial" sin que nadie haya salido aún a hacer un análisis medianamente crítico de lo que pasó el 28 de mayo más allá de echarle la culpa a “la ola del PP que viene de Madrid”.

Es cierto que la convocatoria repentina de las elecciones generales del 23 de julio ha paralizado que en los partidos del Botànic empiecen las guerras por la sucesión, pero es igual de cierto que eso no impide hacer un análisis de por qué los valencianos dieron la espalda al pacto de PSOE, Compromís y Unidas Podemos y qué se hizo mal en campaña o como gobierno.

Porque sí, la ola del PP y del castigo a Pedro Sánchez ha influido, como en toda España, pero otros gobiernos de izquierda como el de Asturias y el de Castilla-La Mancha han resistido y continuarán. Ximo Puig y el Botànic no. Así que algo más debe haber más allá del antisanchismo o lo que digan los medios de comunicación de Madrid. 

Sin embargo, los principales dirigentes del Botànic sigue sin asumir absolutamente nada. Lo verbalizaba la vicepresidenta, Aitana Mas, de Compromís, cuando indicaba que el resultado del 28M es “por un contexto estatal y no ha habido un castigo directo a la gestión de la Generalitat" y lo remarcaba Joan Baldoví con la misma teoría y diciendo que el Botànic “ha sido el mejor gobierno en 30 años”.

Cero autocrítica y cero humildad, por lo que vemos. Aquí hemos vividos en el paraíso por lo que se ve y los valencianos, contaminados por Madrid, no hemos sabido verlo, les falta decir. Nadie asume errores, aunque sea de campaña, como centrarse en hablar del PP y en cosas de hace 10 años tratando a Carlos Mazón y a María José Catalá como ganadores. Tan poco asumen que algunos en sus cuentas siguen hablando de lo mismo. La izquierda, con ese análisis, le augura largos años de gobierno al PP.