La lluvia y la caída del turismo irrumpen en la campaña electoral

Si en algún momento se ha hecho realidad el dicho popular: “nunca llueve a gusto de todos”, ha sido en la pasada Semana Santa. Y es que la tan necesaria y apreciada lluvia ha caído como “un jarro de agua helada” al sector turístico, muy especialmente en la costa de nuestra Comunidad Valenciana, que han visto reducidas considerablemente sus pernoctaciones respecto a años anteriores.
Seguramente la abundante lluvia ha hecho borrar el tema de la agenda electoral en nuestra Comunidad, como si el problema de la falta del recurso para nuestros campos y suministros ya no existiese.

Sin remedio, le tengo que dar la razón a los ciudadanos que esta mañana he escuchado en la cafetería, y en la tienda, respecto que “lo que se vió en los debates se parecía bastante a la riña de un patio de colegio”, en lugar de propuestas para mejorarnos la vida.
Porque de verdad la escasez de agua es un problema para nuestros campos y sus agricultores, para nuestros pueblos y ciudades, para el turismo en todas sus facetas y vertientes, y por lo tanto, estas lluvias han dado un respiro, pero solamente eso. Una tregua que perfectamente deberían aprovechar, para planificar, diseñar y actuar, con visión de futuro.
Por otra parte, y en aras a la realidad, he podido leer algo que pensaba estos días. Es posible que ante las previsiones y el mal tiempo haya un desplazamiento de turistas hacia el interior, en busca de otro tipo de oferta, que alejada de la costa, ofrezca ocio, cultura y gastronomía a las familias, y a los ciudadanos en general, que quieran cambiar sus rutinas en los días de descanso.
Y eso ha podido suceder porque estamos preparados, cada vez más y mejor el turismo de interior es ya un recurso hecho y derecho en nuestra comunidad, y ofrece muy buenas instalaciones, y variadas alternativas, en cada una de nuestras tres provincias.
De cualquier manera, aprovecho estas líneas para intentar dar visibilidad a un problema, y una realidad de cuya solución, temporal y futura, depende el bienestar de muchos valencianos, de muchos pueblos, de varios sectores económicos, ….de nuestra vida.

Cuidando nuestro entorno, admirando y mimando nuestros recursos naturales, concienciando y educando en el respeto y cuidado. Y por supuesto, incorporando a la agenda lo necesario e imprescindible, lo que es vital para nuestro bienestar, y el agua, como recurso natural, lo es.