El alcalde de Benavites y diputado provincial, al que la Fiscalía pide 10 meses de cárcel por violencia de género, no se aparta de sus cargos públicos y se irá a los no adscritos.
Al fin el presidente provincial del PP de Valencia, Vicente Mompó, tomó una decisión sobre la situación del alcalde de Benavites y diputado provincial, Carlos Gil, al borde del banquillo por un presunto caso de violencia de género hacia su mujer, y al que la Fiscalía pide 10 años de cárcel. Mompó ha pedido que entregue el acta y dimita de sus cargos públicos, algo que no ha tenido mucho efecto en el afectado.
Carlos Gil no abandonará la alcaldía de Benavites ni tampoco la Diputación de Valencia. De lo primero sólo lo puede quitar una moción de censura y de los segundo, Gil abandonará el grupo popular para irse al grupo de los no adscritos, llevándose el acta con él. El presidente del PP, Vicente Mompó, ha solventado el asunto con un escueto comunicado en el que explica que simplemente se cumplen los estatutos del PP que marcan el procesamiento como paso para dejar los cargos hasta que la Justicia dictamine. De la alcaldía ni pide que se vaya, sólo que "ya no representa al PP".
La presidente regional del PPCV, Isabel Bonig, preguntada por este asunto, ha tirado balones fuera asegurando que la decisión correspondía a Mompó y no a ella y también señalando la doctrina que establece el procesamiento como línea roja para dejar los cargos públicos. Al final, tanto Mompó, que tenía en Carlos Gil a un estrecho colaborador -que pierde ahora, como también una voz en la Diputación en un grupo muy mermado numéricamente- como Bonig han dejado claro su respeto a la "presunción de inocencia" de Carlos Gil.