| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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El Pupitre de Pilu: No dejes para mañana lo que puedas leer hoy

Conviene orientar al menor hacia la lectura como un acto positivo y no forzarle, puesto que si no conseguiremos el efecto contrario y lo rechazará.

Según la Federación de Gremios de Editores de España, casi un 40% de los españoles no lee. Si no quiere que sus hijos formen parte de esa cifra, siga leyendo; nuestra generación tiene asociada la lectura al ocio, a algo positivo y en muchos casos, la tecnología a trabajo, a algo negativo. Los menores, por lo que se desprende de diversos estudios, todo lo contrario, por lo que hacerles entender los beneficios emocionales de la lectura es bastante complejo. Pasemos entonces a la ciencia:

En primer lugar, ayuda a la concentración: la implicación de diversas áreas del cerebro estimula nuestra capacidad de atención de una forma positiva e impide distracciones. En segundo lugar, mantiene el cerebro activo ya que requiere la coordinación de múltiples funciones cognitivas complejas, evitando enfermedades tipo Alzheimer a largo plazo. Por otro lado, permite que el menor vaya generando el concepto de “empatía” al lograr ponerse en lugar del otro; además, aprende que hay otras realidades y otros puntos de vista. Finalmente, potencia su creatividad, aumenta su vocabulario y amplía su capacidad de entendimiento, ya que todas las narraciones contienen un inicio, un nudo y un desenlace.

Dejando la ciencia a un lado y bajando al mundo real, como suelo hacer, conviene orientar al menor hacia la lectura como un acto positivo y no forzarle, puesto que si no conseguiremos el efecto contrario y lo rechazará. Y lo normal es que tengamos que adaptarnos a la base tecnológica de la sociedad en la que nuestros menores crecen: que nadie se lleve las manos a la cabeza si prefieren leer en Tablet o e-Reader porque no es nada malo; ¡recuerda que en nuestra época salió la edición de bolsillo y también parecía que matábamos la buena lectura!