| 13 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante el primer acto de Sumar, en  Madrid
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, durante el primer acto de Sumar, en Madrid

RePodemos (o nunca segundas partes fueron buenas)

Tras restar y dividir, práctica habitual de este tipo de  dirigentes tan erráticos como ambiciosos, incapaces sin embargo para la multiplicación porque eso no es lo suyo.

En esta España sanchista -ya queda menos; menos Sánchez, y menos España también- que es la de la mentira institucional, de la política del embuste y la ignominia, la izquierda respetable que hipotéticamente existe ha perdido el norte. Y en apariencia ha renunciado a encontrarlo, sumida como está en un desconcierto fruto de absurdas melancolías y desmesurados intereses personales de susactuales dirigentes reglamentarios.

La inefable Yolanda Díaz, de incierto pasado, fulgurante y excitante presente y no menos incierto futuro, con casi un año de inercia y retraso (toda una caricatura de sí misma) ha convocado en el  Matadero madrileño a segundones y neófitos, entusiastas siempre al quite, con la intención de “sumar”a su neo-rousoniano contrato social. Tras restar y dividir, práctica habitual de este tipo de  dirigentes tan erráticos como ambiciosos, incapaces sin embargo para la multiplicación porque eso no es lo suyo.

Quizás como Pepe Álvarez, con el foulard de turno, nos mande a  hacer puñetas y a disfrutar del verano

La partícula re -siempre nuestro Diccionario de la RAE- ofrece diversos matices según el contexto y el verbo al que precede. Su acepción preferente es sencillamente la de la repetición, y “reconstruir” el ejemplo paradigmático,aunque puede significar también una vuelta atrás, como ilustran los verbos retroceder y refluir. Indica oposición e incluso negación en términos como rechazar, repugnar o reprobar y, finalmente, denota intensificación como en recargar, reforzar o remojar. Cualesquiera de las cuatro convienen a mi juicio a esta reformulación que con el eufemismo de la primera de las reglas elementales de la aritmética -al menos estas no se cuestionan todavía en los libros de texto de Celàa y Alegría- ha reunido dicen que hasta cinco mil seguidores, creyentes tal vez, en espacio de tan emblemáticas como curiosas connotaciones.

“No va de partidos” sino de escuchas -escuchitas quizás- sentenció tras haber filtrado asistencias (se lamentó el soldado Iglesias), y censurado presencias incómodas (la de Oltra, antes sorosísima, habría sido un puntazo). Aunque imagino que ese tono entre sermonero y panfletario que caracteriza sus cansinas intervenciones habrá marcado el evento en tiempo y forma. Ignoro la siguiente etapa del recorrido,pero su elección resultará significativa. Cataluña, el País Vasco … porque sería extravagante optar por Ceuta y Melilla … arriesgado en Galicia o en la nueva Andalucía. Quizás como Pepe Álvarez, con el foulard de turno, nos mande a  hacer puñetas y a disfrutar del verano. Ni a una ni a otro le auguro un desenlace brillante. Tiempo al tiempo.

Y la cosa es que, en los que corren no deja de tener lógica ensayar de nuevo con la indignación y con el nonosrepresentan que la llevó hasta la espuria vicepresidencia que ocupa en la actualidad. Lo ha dicho Feijóo con acierto, no ejercen el poder, lo ocupan (léase con k), y son capaces de amarse hasta matarse -esto lo digo yo- mientras cada facción aspira a ser la mantis de la coalición de gobierno.

Mientras el Rey Felipe VI celebra la importancia de la prensa libre, Moncloa impide la entrada de periodistas en el último hashtag del fake presidente, y el memo de Iceta habla de un final feliz para Fakedemont. Y mientras Paco Vázquez, tan certero como contundente, califica de “revancha totalitaria” la indignidad de la llamada ley de memoria democrática de este fantoche (Carlos Herrera, a propósito dixit), el alcalde socialista de Ermua censura a Marimar Blanco en el cínico homenaje a su hermano Miguel Ángel veinticinco años después del execrable asesinato del joven concejal (otro papelón para el paciente monarca).

En los tiempos que corren no deja de tener lógica, ensayar de nuevo con la indignación y con el nonosrepresentan que la llevó hasta la espuria vicepresidencia que ocupa en la actualidad

He vuelto a visitar el Museo del Prado -toca madera Antonio- con tal de ver una vez más la Anunciación de Fra Angelico y, de paso, el retrato de Felipe II de Sofonisba Anguissola-va por ti querido Joan- y me he topado con la espléndida colección de bufones pintados por Velázquez, que -extintos- ya hoy sólo tiene parangón con la persistente foto de familia del gobierno.

Voy a estar atento a los vacíos circunloquios con los que la comunista gallega pretenderá convencer de que está indignada con los suyos propios y de que  -a sí misma- noserepresenta. Es una máquina. Aunque lo más probable es que me vaya a hacer puñetas y, en pudiendo, a disfrutar de un verano calentito, que ya vendrá el otoño.