| 25 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ellas no son grandes, son mucho más...

Todas quisiéramos parecernos un poquito a estas máquinas de coraje, de valor, y de tesón que va más allá del esfuerzo y del sufrimiento. Lo hemos visto en fútbol y en baloncesto

El Mundial de Fútbol Femenino finalizó el pasado domingo, disputado en Francia y con la victoria de Estados Unidos frente a Holanda en la final. Ya son cuatro los títulos mundiales de las americanas, grandes dominadoras históricas en este deporte.

Un trabajo constante y bien hecho desde hace décadas cimentado en una base de dos millones de licencias federativas, fomentado por sus colegios universitarios, institutos y una liga profesionalizada al máximo nivel.

El éxito de EE UU viene de una ley contra la discriminación de género en 1972, “La Ley de Enmiendas de Educación”, aprobada por la Congresista Patsy Mink de Hawai, la cual potenció que las mujeres y las niñas comenzaran a practicar deportes, asunto que hasta ese momento estaba destinado básicamente al género masculino.

Desde hace varias décadas, éste ha sido un Gran Mundial a todos los niveles, el evento donde se ha demostrado que el deporte femenino puede interesar al gran público si se ponen los medios adecuados. En ese aspecto, la FIFA ha impulsado el Mundial eligiendo como sede Francia, apuesta segura en cualquier tipo de deporte.

Si ustedes han visualizado estos partidos se habrán dado cuenta de la calidad de las deportistas, de su gran profesionalidad y disciplina. Mucho público sin determinar el género opina que es un gran espectáculo y que ha estado a la altura en su calidad técnica y preparación física y mental. Hemos hablado con gente especialista que nos afirma que además de valorar las estrategias y el conjunto del juego, también reconocen haber disfrutado de buen fútbol en todos los sentidos.

Se ha jugado en grandes estados con una asistencia global que ha superado el millón de espectadores, con una media de un 74% de aforo. En 24 partidos se colgó el cartel de no hay billetes en las taquillas. Algo que era de esperar y que muestra que nos encantan estos deportes. Emocionarnos con la competitividad de los equipos disfrutando completamente del evento, pierda o gane nuestro equipo, respetando el extraordinario juego de ambos estandartes. Algunos incluso aprendiendo tácticas nuevas o admirando a increíbles jugadoras.

A nivel televisivo hubo 850 millones de espectadores solo entre los 24 países participantes. En redes sociales, la FIFA alcanzó los 2,2 millones de seguidores en cuentas específicas de fútbol femenino, todo un éxito, si bien la lucha por la equiparación salarial con el fútbol masculino sigue y en ese aspecto ha sido algo reivindicado por las jugadoras de este mundial, pese a que la FIFA está aumentado exponencialmente el dinero destinado a premios.

 En cuanto a la Selección Española, segunda participación en la fase final de un mundial, se ha alcanzado los octavos de final, cayendo eliminadas frente a las campeonas tras plantar cara y ponerlo muy difícil a las estadounidenses. La roja española no deja indiferente a nadie, y todas saben que son rivales más que respetables.

También aquí en España, el fútbol femenino va avanzando y se están rompiendo muchas barreras. El Mundial ha captado mucha atención. De todos modos, pese a los avances, aún quedan cosas muy básicas por aplicar como un convenio colectivo que marque derechos laborales en el fútbol femenino (salario mínimo, bajas remuneradas por embarazo, fondos de garantía salarial, etc) el cual se lleva más de un año negociando con buena voluntad pero sin resultado.

La guerra abierta entre la Federación Española y la Liga de Fútbol profesional está perjudicando considerablemente al conjunto del deporte. Es ya la hora de tomar iniciativas reales que se conviertan en decisiones que cambien el panorama actual.

Decir que hace un año se inició la negociación por el Convenio Colectivo del fútbol femenino y pese a las muchas reuniones no se ha llegado a acuerdo alguno con los sindicatos, ¿el motivo? Pues probablemente la lucha entre federación y liga de fútbol profesional para controlar el fútbol femenino y la guerra sindical entre el sindicato mayoritario AFE y un recién sindicato de futbolistas al que se le niega la representatividad y que ha trasladado el conflicto a los Tribunales.

En medio de todo ello, el Consejo Superior de Deportes, que ha mediado entre las partes, pero que de poco ha servido.

En contraposición al desarrollo del fútbol femenino, tenemos otro deporte femenino muy consolidado desde hace dos décadas, el baloncesto, también este pasado domingo España se proclamó campeona de Europa en Belgrado al ganar a Francia en la final por 20 puntos y sumar el cuarto oro europeo en la Historia de la Selección.

Aquí si que hay  un trabajo continuo conjunto de la Federación y las Canteras de los clubes. España es gran dominadora del baloncesto femenino europeo en casi todas las categorías. Hay que hacer mención especial y dar el mérito que se merece a este grupo de talentosas gladiadoras lideradas por la incombustible LAIA PALAU (39 años que parecen 20). Todas ellas y el cuerpo técnico merecen la admiración de todos.

Grandes nuestras deportistas. Todas quisiéramos parecernos un poquito a estas máquinas de coraje, de valor, y de tesón que va más allá del esfuerzo y del sufrimiento. Los que no les llegamos ni a la suela del zapato al menos tienen “nuestros corazones con ellas cada vez que salen a luchar” ¡¡Enhorabuena Campeonas!!...

*Grupo EmeDdona.