| 09 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ximo Rovira junto a colaboradores en el porgrama 'Tómbola'.
Ximo Rovira junto a colaboradores en el porgrama 'Tómbola'.

¿Es el veto a Ximo Rovira como presentador de À Punt un adiós para siempre?

Ximo Rovira "duda mucho" que pueda volver en un futuro a la televisión pública valenciana tras el rechazo del Consejo Rector por su pasado en 'Tómbola'.

| Redacción Valencia Edición Valencia

El comunicador valenciano más reconocido en el panorama televisivo nacional que alzó a Canal 9 a la cúspide de las audiencias en los años de oro de la televisión pública con el programa Tómbola "duda mucho" que pueda regresar a la cadena valenciana. Rovira ha sido defenestrado definitivamente o, al menos, mientras el actual Consejo Rector de Compromís y Unidas Podemos continúe gestionando À Punt. Ximo Rovira cuenta a ESdiario cómo está viviendo esta decisión tan polémica, juzgada por la opinión pública y que incluso ha llegado a ser objeto de debate en Las Cortes Valencianas. 

Los últimos movimientos de À Punt con pretensión de mejorar las cifras de audiencia pasan por un baile de presentadores en el que Ximo Rovira se postulaba como el salvavidas para el concurso de preguntas Atrapa'm si pots tras las reducidas cifras arrojadas por la temporada presentada por Carolina Ferre, quien por cierto ha hecho de su cese un drama turco a través de las redes sociales. 

 

Con "tristeza y resignación". Así es como ha recibido el aclamado presentador valenciano Ximo Rovira la interferencia del Consejo Rector de À Punt para vetarle de la cadena. "No ha pasado el filtro del Consejo. La votación no es favorable". Detrás de esta notificación se escondía un auténtico prejuicio y una motivación ideológica que se ha llegado a calificar de "sectarismo". Las diáfanas declaraciones de la presidenta del Consejo Rector Mar Iglesias con las que ha justificado el veto hacia Ximo Rovira se basan en que "en la memoria colectiva permanece como uno de los introductores de la telebasura". Algo que el presentador ha recibido con "cierta perplejidad porque, por un lado dice que soy un profesional y, por otro, me excluye como profesional".  "Cuento con una trayectoria de 38 años y he hecho muchas cosas después. No tiene sentido que te cuelguen todavía un estigma de precursor de ese estilo de televisión", defiende el presentador.

Sin deslegitimar la decisión de un órgano competente en este tipo de toma de decisiones, Rovira se pregunta  "si no tienen ocupaciones más determinantes que ocuparse de un presentador. Mi opinión es que estas decisiones deberían recaer en el órgano profesional. Para eso están la dirección de contenidos o de programas" ya que "de las personas que conforman el Consejo Rector muchos perfiles no son profesionales, sino que vienen del ámbito académico".

"Lo que me ha dolido es que contaba con el aval de todos estos y me encuentro con que se argumenta que represento una hipoteca reputacional porque presenté Tómbola hace años", lamenta Rovira, quien afirma que ha recibido, "innumerables negativas" a lo largo de su carrera profesional, pero todas ellas "desde la dirección de producción o contenidos, por profesionales que deciden lo que es mejor". 

Del argumento aportado por la presidenta en funciones del Consejo se deduce que no se trata de una determinación puntual, sino que el estigma que arrastra el presentador, según el organismo, le cierra las puertas definitivamente. Esta es la difícil conclusión de masticar que Rovira extrae de unas duras declaraciones que ahora trata de asimilar. A pesar de tener "ilusión" por participar en futuros proyectos en la cadena, " visto lo visto, dudo mucho" que ocurra.  "Si la puerta de À Punt está definitivamente cerrada de mi no depende". 

En cualquier caso, Ximo Rovira no se arrepiente de haber presentado Tómbola.  Distingue que "en el año 2000 las cosas eran diferentes" y aunque "hoy en día no tiene cabida en la televisión pública un programa como Tómbola, este nació con el ánimo de competir en audiencia con el resto de audiencias nacionales y lo conseguía. Fue un éxito". "No soy una persona de arrepentirse", concluye.