| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Segorbe, en la comarca castellano hablando de Alto Palancia
Segorbe, en la comarca castellano hablando de Alto Palancia

Castellano-valenciano versus valenciano-castellano

En las comarcas autóctonas de habla castellana existe un alto sentimiento de pertenencia a la Comunidad Valenciana, que salta ante los intentos de imposición lingüística

| Sagrario Sánchez Edición Valencia

Lejos quedaron las épocas en que los castellano-parlantes de Valencia no entendían la lengua autóctona del lugar. Los medios de comunicación, las escuelas, los movimientos de la gente y un fuerte cambio de mentalidad, han hecho que se reconozca la lengua valenciana como parte integrante de nuestra esencia.


Pero todavía hay diferenciación en la lengua. Muchos valencianos, de hasta por lo menos diez comarcas de la Comunidad, tienen como lengua materna el castellano, y por lo tanto, reconociendo y entendiendo la autóctona en la mayoría de ellas, no es su lengua habitual de comunicación.


En los municipios de: La Canal de Navarrés, Requena-Utiel, El Valle de Ayora, La Hoya de Buñol-Chiva; Los Serranos y El Rincón de Ademuz en Valencia; o el Alto Mijares y Alto Palancia, en Castellón; y La Vega Baja del Segura y el Alto Vinalopó ( algunas localidades) de Alicante, son castellano-hablantes debido a distintas circunstancias de su historia que les llevó a adoptar el castellano ( español) como lengua materna.


Peso a ello, su vinculación a la cultura, tradiciones y lengua es la valenciana, su sentimiento es valenciano. Su realidad y su vida, y hasta la defensa de sus valores, está unida a nuestra Comunidad.
Ahora bien, como en cualquier ámbito de la vida, se rechaza, se reacciona ante las imposiciones, y la del valenciano se ha contestado con especial fuerza, porque se ha visualizado como una imposición, como una reacción a una sociedad que algunos han considerado marginal, segregadora y discriminatoria, no sólo con nuestra condición de miembros de una nación, sino de ciudadanos de esta Comunidad, reconocido en nuestro Estatuto de Autonomía, las dos lenguas como oficiales y de aquí: el castellano y el valenciano.


Cierto es que en la enseñanza ha conseguido el actual Gobierno que en este curso, seiscientos setenta y cinco colegios tengan como lengua vehicular el valenciano. Evidentemente, el conseguir la titulación en ingles ha tirado del valenciano, como era el objetivo del controvertido decreto que se está aplicando pese a los varapalos judiciales.


Se anuncian también por la Generalitat medidas fiscales a las empresas que usen el valenciano, hay que entender, porque se detecta que algunas que lo usaban en sus productos lo están reduciendo por pura oportunidad comercial, y contra eso es difícil luchar. Y yo me pregunto, ¿es conveniente?


Frente a las contundentes acciones, la tozuda realidad que siempre reacciona ante las imposiciones me hace tener mis dudas de que se consiga el objetivo: que más gente hable nuestra lengua valenciana, al margen de que consiga más títulos: eso seguro!!!.