| 24 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Los abuelos son fundamentales para nuestra sociedad
Los abuelos son fundamentales para nuestra sociedad

Un homenaje a los abuelos del coronavirus

Las dos veces que visité España como turista, antes de residir definitivamente aquí, se me quedó grabada una escena que veía algunas tardes: parques llenos de niños y abuelos

| Margarita Morales * Edición Valencia

 

Esa estampa llamó mi atención y me pareció curiosa. Me hacía pensar que aquí la gran mayoría de abuelos son los que cuidan a los nietos. Era un momento bonito pero de contrastes: personas mayores sentadas en bancas, observando a niños de unos cuantos años, subiendo y bajando de juegos infantiles, mientras otros estaban sentados a su lado, merendando.

Cuando empiezo a vivir el día a día del país, con su gente, cultura, historia, costumbres, tradiciones y el estilo de vida, voy descubriendo la importante y estrecha relación que hay entre nietos y abuelos y confirmo lo que pensé en aquel entonces.

En mi país, México, estas imágenes no se dan así. Y no es porque los abuelos no ayuden en el cuidado de los nietos. No es una gran mayoría la que hace eso, porque no es frecuente que sus hijos recurran a ellos para que se hagan cargo de los niños. Más bien se acude a guarderías para este servicio, o se contrata alguna persona para que lo haga en casa. 

En este sentido puede que la relación afectiva que hay entre abuelos y nietos españoles sea más cercana y estrecha que la que hay en mi país.

Es una bonita estampa ver a los abuelos en el exterior de las escuelas, esperando la salida de sus nietos, que van al encuentro corriendo y gritando de emoción "iaiooo", a quien le dan un abrazo, su mochila y luego le preguntan qué les han llevado de merienda.

Ver ese momento en que se toman de la mano y juntos se van caminando rumbo a casa de los abuelos, o a algún parque donde juegan sin parar, mientras sus padres terminan su jornada laboral y los recogen más tarde, refleja la función y el peso que la sociedad española le ha asignado a la figura del abuelo o la abuela: cuidadores de nietos. Dicho en el buen sentido.

Pero cuánta brecha histórica, educativa y social hay entre estas dos generaciones a las que les une un importante lazo familiar, que a veces es poco el valor y el reconocimiento que se le da al papel del abuelo en la educación del nieto.

Se trata de una generación de ciudadanos que ha vivido difíciles hechos históricos como una guerra o post guerra, que les dejó marcadas heridas, o una dictadura que los reprimió y castigó.

Por eso es importante que sus hijos y nietos les expresen su amor, respeto y agradecimiento, porque el afecto, el tiempo y el cuidado que brindan son gratuitos. No cobran por nada y encima hacen la función de segundos padres, cuando muchas veces ayudan a los críos con los deberes, la cena, la ducha y la educación.

Son héroes en silencio, muchos de los cuales, todavía vivos, nacieron antes, durante o después de una Guerra Civil que les hizo padecer hambre, pobreza y, tristemente, les hizo perder a sus padres porque los mataron o los encerraron en una cárcel donde al final ni su destino final conocieron.

Otros, que vivieron una dictadura severa, despertaron un día en una democracia y una monarquía que con el paso del tiempo les ha permitido ver cambios y avances en su país.

Además, esos personajes de la sociedad han sido testigos de una gran revolución científica, tecnológica, educativa, política, social y económica. Fueron y sigue siendo fuertes como un roble. Han aguantado estoicamente los embates duros de la vida, han soportado y sobrevivido a desgracias, penurias, guerras y hambre.

Y hoy en día, desgraciadamente, son la generación más sensible a un virus letal que parece no tener cura, que se los está llevando en silencio, sin el merecido homenaje y reconocimiento que la sociedad les debe por los sacrificios, el trabajo y el dolor que han tenido que pasar para que sus descendientes gocen de la España que hoy tienen; que quizá no es la mejor, pero al menos no es la peor, la que a ellos les tocó vivir.

Descansen en paz esas abuelas y abuelos que el coronavirus está matando. 

*Periodista mexicana residente en la provincia de Valencia.