| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Dalmau el día de su toma de posesión con gente de su confianza de Podemos
Dalmau el día de su toma de posesión con gente de su confianza de Podemos

Podem o cómo montar una charlotada en el Consell para pelearse por los cargos

El anuncio de la dimisión -o no- del vicepresidente Dalmau no es más que una treta para colocar a uno de sus afines en la secretaría de Justicia en lugar del que propone Pilar Lima

| E. M. Edición Valencia

El vicepresidente segundo del Consell, el podemita Rubén Martínez Dalmau, anunció el viernes que deja la Generalitat… o no. Porque cuando uno dice que se va, lo normal es presentar su dimisión en las siguientes horas. Eso, claro, si tiene intención real de dimitir. Pero parece que el anuncio de Dalmau esconde detrás más historia que simplemente “dar un nuevo impulso a la política de Vivienda” como pretende vender.

En Podemos Comunitat Valenciana, o Podem como marca, son pocos y mal avenidos. Eso no es novedad. Las luchas internas se han sucedido prácticamente desde el momento de su fundación. En seis años de historia de presencia institucional en Les Corts y dos en el gobierno de la Generalitat ya han pasado cuatro portavoces y tres líderes autonómicos. Ni siquiera tocar la vicepresidencia del Consell con todas las posibilidades que te da de colocar afines -que se lo digan a Dalmau y sus 23 asesores y altos cargos- frenó la bronca interna. El último episodio, la salida de Naiara Davó -afín a Dalmau- de la portavocía de Les Corts para imponer Pilar Lima a sí misma volvió a hacer saltar las heridas.

Ahora Podem sorprende poniendo en jaque nada más y nada menos que a su máximo cargo institucional, al vicepresidente segundo. Pero ¿Por qué Dalmau hace un anuncio y luego no lo consuma, al menos por ahora? Porque esto no es más que una maniobra de presión por ver qué sector de Podemos controla la secretaría autonómica de Justicia, el número 2 se Gabriela Bravo. Dalmau apuesta por Adoración Guamán -ex miembros de CEPS y amiga de Naiara Davó- o Miriam Salmerón, mientras que Pilar Lima propuso a Ximo Puig que el cargo fuera para Antonio Palacián, saltándose la opinión de su compañero vicepresidente.

No olvidemos que Pilar Lima ganó la secretaria general de Podem a la candidatura del sector de Dalmau encabezada por su protegida y ex síndica Naiara Davó, y que desde entonces la convivencia ha sido un rifirrafe continuo. Como nuevo líder de Podem, a Lima le correspondería proponer qué cargos hay de la cuota podemita. Pero no olvidemos que al final los cargos los nombra Ximo Puig, que mantiene una buena relación con Dalmau, y que la propia consellera de Justicia Gabriela Bravo también ve bien los nombres propuestos por Dalmau, que conocen el mundo judicial. Y que además los nombres de Dalmau, al ser mujeres, siempre le van a dar un plus por el manido tema de la paridad -los otros secretarios autonómicos de Podemos son hombres-.

Al final, lo que queda es un partido, Podem, jugando con el Consell por ver qué sector se hace con una silla, algo que resta seriedad al gobierno valenciano. Veremos si Dalmau consuma su amenaza de irse o no, y si lo hace posteriormente de haber logrado su objetivo de colocar a los suyos frente a Lima. Si se va, siempre puede volver a su plaza en la Universidad, no le hace falta la política para vivir, y ¿en un futuro seguir en el gobierno como cuota del PSPV? Quien sabe.

Lima por su parte colocaría al ‘pablista’ Héctor Illueca, actual director de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social del ministerio, en la vicepresidencia de la Generalitat, y se supone que eso calmaría las aguas en Podem entre el partido y el Consell. O no. Podemos esperar todo, para empezar porque Illueca debería hacer purga de los actuales cargos puestos por Dalmau en la conselleria de Vivienda. Eso sí, a dos años del horizonte electoral, no le conviene a la marca morada seguir jugando a guerras, no sea que no lleguen al 5% y al final se queden fuera. Tanto unos como otros.