| 20 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Los aplausos al personal sanitario se repiten cada día a las 20 horas desde hace más de dos semanas
Los aplausos al personal sanitario se repiten cada día a las 20 horas desde hace más de dos semanas

Consecuencias positivas en los tiempos del Covid-19

En medio de tanta incertidumbre y tristeza es necesario  valorar lo positivo de esta situación. Debemos de ser capaces de retener experiencias, por mucho que cueste abstraerse de la realidad

| Sagrario Sánchez Edición Valencia

¡Ya conozco a mis vecinos! Tengo claro quiénes son los padres de los niños que a veces he visto jugar en el patio. Y si la señora del tercero vive sola, o no, o con su marido. Y casi donde trabaja la del quinto, porque con esas pintas, dudaba yo de su buen hacer, pero ahora nos hemos hecho amigas. Es importante, conocernos,  saludarnos, ayudarnos cuando hace falta, y sentir ese espíritu de vecindad, que recordaba de mis vivencias en mi pueblo.  ¡Qué ilusión que sean las ocho! Muchos aguantamos hasta casi media hora después.

Todos somos iguales.  Iguales como seres humanos,  fuertes, vulnerables, altos, bajos, rubios, morenos, blancos, negros, simplemente IGUALES. Quizás sea la primera vez en la historia de la humanidad reciente que tenemos el mismo problema y somos conscientes de que debemos ayudarnos.  Por eso nos irritan especialmente algunas actitudes de mandatarios europeos, como la del primer ministro holandés, que hace un flaco favor al espíritu europeo, y a su país,  ya lo veremos.

Empezamos a entender qué significa aquello de la globalización.  Tenemos el mismo problema y anhelamos la solución para todos, porque lo estamos sufriendo de la misma manera, lo que nos debe convertir en más solidarios. Y eso sí, salvando actitudes como la comentada,  estamos viendo especialmente aquí, en nuestro país, la fuerza, la entrega y la dedicación de muchas personas, y empresas,  para ayudar en la causa, por mucho que el gobierno los quiere convertir en los malos de esta historia.

El trabajo ya no parece que volverá a ser exactamente igual. Ahora se ha acuñado el concepto de “teletrabajo”  y, salvados los problemas técnicos, hemos descubierto que es posible, que permite conciliar a las familias,  e incluso rendir más y mejor, evitando desplazamientos innecesarios. Seguramente, incluso se mejorará el rendimiento y la aptitud.

La familia, uno de los valores más importantes de organización de la sociedad, cobra estos días una fuerza especial, y nos unimos entorno a sus miembros de una manera muy especial. Con los mayores, porque los queremos ayudar y proteger, y con los pequeños, porque queremos hacerles más fácil y agradable su tiempo, y su merecida incomprensión de la situación. Pero en casa juntos, o en puntos diferentes, el vínculo emocional se hace más estrecho y necesario.

Solidaridad. “Lo bueno que puede tener una pandemia es el darnos cuenta de que las soluciones individuales no sirven para nada, y que solo si nos salvamos todos juntos nos salvamos a nosotros mismos”, son palabras del sociólogo Pablo Santoro, que comparto.

Y por supuesto,  la valoración y la importancia, y  las gracias, de ahora y para siempre a los sanitarios,  policía,  guardia civil, protección civil, militares, vendedores, agricultores, transportistas, limpiadoras,…..y demás trabajadores que merecen un gran reconocimiento social. Y como mínimo nuestros APLAUSOS.