El potencial saludable de los cítricos revaloriza la naranja en tiempos de Covid

El triunfo de la naranja durante estos meses de pandemia se debe a la tendencia de la población a consumir alimentos ricos en vitaminas por los beneficios que tienen para la salud. La búsqueda de productos con propiedades óptimas para el organismo se ha visto acelerada con la llegada de la Covid-19 y, como consecuencia, las naranjas valencianas se han posicionado como productos indispensables, llegando a duplicar las ventas de años anteriores.

Ante el miedo a contraer el virus, la naranja, siempre conocida por su elevado contenido en vitamina C, se ha convertido en uno de los mayores "preventivos" por el refuerzo que aporta al sistema inmunitario. Si bien no se ha demostrado científicamente que la vitamina C prevenga el coronavirus ni sea un remedio, siempre se ha recomendado la toma de este tipo de vitaminas para aumentar las defensas especialmente en épocas de mayor afección de otro virus como la gripe.

Bajo este argumento, Roberto Serigó, ex alcalde de Pedralba -municipio con una economía de agricultura donde predominan las naranjas y las mandarinas-, valora la efectividad de las dotes de las naranjas y explica que, aunque son muchas las variables que pueden influir, en los municipios de la comarca de Pedralba se da la casualidad de que la incidencia de coronavirus ha sido menor. "En estos pueblos en los que ha habido un gran consumo de naranja hay muchos menos casos de coronavirus", ha apuntado el ex alcalde. 

Son las propiedades de estimulación inmunológica las que atraen esta elevada demanda, que no solo se da a nivel nacional, sino que también ha tenido y está teniendo una fuerte presencia en gran parte de Europa. Además, se debe tener en cuenta que esos alimentos cítricos cuentan con una corteza gruesa, de manera que agrega el factor seguridad del producto. 

En relación con la salud, las propiedades vitamínicas de la naranja no han sido el único motivo de la tendencia; los cambios de hábito como hacer la comida en casa y no comer en restaurantes han aumentado el número del consumo de frutas y vegetales. Por otro lado, el establecimiento de dietas más saludables para controlar el peso durante el confinamiento también fue una razón para este incremento. Sin embargo, otros factores no relacionados con los hábitos saludables también han tenido gran repercusión; como la reducción de la producción a nivel mundial de este producto y el crecimiento elevado de la demanda de naranja valenciana en países como Francia y Alemania. Según los datos, en lo que se refiere a exportaciones, la naranja valenciana ha batido récords.    

Calibre de una mandarina

Este fenómeno ha supuesto un aumento del valor monetario del producto: la necesidad de mayor recolección y confección en los almacenes de frutas y hortalizas ha traído consigo una mejora del precio de las naranjas valencianas, si bien los agricultores mantienen, y con razón, que no son ellos sino los intermediarios lo más beneficiados. Según los temporeros, son varias las razones que justifican esta subida en su valor: la temporalidad, una cosecha menor a la del año pasado, la falta de mano de obra para recoger los alimentos... Una situación a la que se han sumado las restricciones de movilidad y las medidas de seguridad establecidas que deben darse en el campo en la lucha contra la Covid-19.  

De esta manera, el agrario, que en los últimos tiempos siempre ha sido uno de los sectores con grandes dificultades y con continuas movilizaciones de protesta, con la llegada de la pandemia de Covid-19 y el anterior confinamiento incuestionablemente se convirtió en uno de los sectores esenciales para garantizar el abastecimiento de la población.

A pesar de esta buena incidencia, según explica Serigó, en el campo se nota la mejora, sin embargo, esta no es tan "buena" puesto que los intermediarios son los más beneficiados al estar muchas ventas ya fijadas. Así, Serigó, aunque afirma tener en cuenta que la gente comienza a concienciarse en consumir productos frescos del terreno, cree necesario un mayor apoyo al sector agrícola y al consumo de productos próximos. 

Según señalan los expertos, esta tendencia a consumir productos saludables seguirá siendo la preferencia de los consumidores, de manera que la naranja continuará como el producto estrella en las dietas. 

Efecto medioambiental

La llegada del coronavirus ha significado la revalorización no solo de la naranja, sino también del sector agrario. El trabajo minucioso de los agricultores tiene en cuenta los cuidados especiales que requiere cada cultivo y las condiciones organolépticas de las frutas -considerando el tiempo y la forma del alimento- a la hora de su recolección para que estén en sus mejores condiciones y para garantizar la seguridad alimentaria. Se trata de unos valores a los que se suman los más altos estándares ambientales y éticos que cumplen los campos valencianos de naranjas. Así los campos de naranjas son uno de los pulmones verdes de la Comunitat.

Cabe destacar que estas buenas prácticas vienen recogidas en un libro de trazabilidad ligado a cualquier terreno de cultivo. De esta forma es posible conocer de que manera se trabaja en un determinado campo y, además, otorga al consumidor la posibilidad de saber todas las condiciones de producción de la naranja que compra, desde el lugar exacto en el que se recolectó hasta el agricultor que realizó la acción, entre otros aspectos. Es posible conocer todo el ciclo, desde el productor hasta el consumidor.