El turismo valenciano: costa e interior

Cada vez son más y de orígenes diferentes las personas que nos visitan, nacionales y extranjeros, se alargan las pernoctaciones y se fidelizan y diversifican las estancias, ya que hemos sido capaces de poner en valor ese motor que constituye nuestro recurso natural, “sol y playa”, despertando a su vez otros recursos, para que el turismo siga generando riqueza para los valencianos.

Pero, ¿y el interior? Ha sido éste uno de los objetivos fundamentales del trabajo de los responsables turísticos. Hasta el punto de que en la provincia de Valencia la marca turística ´Valencia Terra y Mar', hoy llamada ´Valéncia Turisme´, ha centrado prácticamente desde su creación (año 1996), gran parte de sus esfuerzos y proyectos en el desarrollo del interior de la provincia.

Desestacionalizar, complementar, desarrollar, activar, repoblar, han sido palabras clave en cualquier planificación turística en las últimas décadas, intentando desarrollar plenamente todo el potencial de nuestra tierra: el medio ambiente, el patrimonio, las fiestas y tradiciones, la gastronomía,… debían ser, y así está sucediendo, el complemento perfecto a nuestra ya reconocida oferta de sol y playa: desde Vinaroz hasta Orihuela.

Los pueblos han trabajado mucho convencidos de sus posibilidades, las provincias con sus marcas turísticas han apoyado y dinamizado con proyectos importantes. La Comunitat y el Gobierno Español, dotando de fondos ya fueran propios o europeos (los Fondos Feder, han sido un motor importante ), todos a una.

Y así gota a gota, con coordinación y esfuerzo, la Comunidad Valenciana, está situada en el mapa entre los mejores destinos de nuestro país, con números de visitantes al alza, trimestre tras trimestre. Motor económico, que genera riqueza y empleo, con una marca consolidada, y un sector muy profesionalizado.

Entiendo perfectamente al secretario de Turismo ( creo que esta área bien merece una Conselleria ) cuando se niega de manera firme ante los intentos de imposición de la llamada tasa turística, no sólo por apoyar al sector, sino porque sería una gran piedra en el camino en este momento, injusta y sin sentido, que pretende grabar los alojamientos legales y que funcionan. Además de interpretarse como un gravamen al turista por su deterioro de la ciudad.

(*) Abogada. Ex diputada de Turismo