| 25 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Puigdemont se ha cansado muy pronto de Junts per Catalunya.
Puigdemont se ha cansado muy pronto de Junts per Catalunya.

Puigdemont encarga la creación de un nuevo partido al ideólogo del 3%

Carles Puigdemont y su acólitos en el grupo parlamentario de Junts per Catalunya están decididos a lanzar una nueva plataforma embrión de un nuevo partido. Su nombre: Junts per la República.

| A. Errazu Edición Valencia

Los promotores de Junts per la República  han hecho un llamamiento a los independientes del grupo parlamentario Junts per Catalunya ante la nueva aventura política ligada a Carles Puigdemont. También se ha elaborado un manifiesto suscrito por unas 500 personas que se podría presentar en los próximos días.

El presidente cesado y ahora detenido en Alemania aún es formalmente militante del PDeCAT, partido heredero de Convergència. Pero su psicología siempre ha sido más propia de un animador y activista que de un hombre dedicado a la reflexión y la acción de gobierno. No cabe duda de que esto le ha dado resultados electorales el 21 de diciembre de 2017 en un momento de alta tensión y promesas que no ha cumplido -el retorno a Cataluña, la restauración completa del anterior Govern de la Generalitat y el inicio de la independencia.

La realidad es bien distinta: tanto él como cinco de su exconsellers están en prisión preventiva, al tiempo que el desánimo y la sensación de haber cometido grandes errores se instalado en las filas del PDeCAT y de ERC.

Puigdemont, desconectado del día a día de la vida catalana, se rodeó de incondicionales como "Jami" Matamala y Laura Costa en su retiro en Waterloo. Los más sarcásticos en el partido en el que aún milita llamaban su estancia en Bruselas "La república de Saló", el último reducto de Musolini antes de su caída definitiva. Otros lo calificaban como "La República de Ikea" por los muebles que decoran las mansión de la rue Du Advocat 36. Un república desmontada con su detención  en Alemania. 

En Barcelona, su círculo de incondicionales se circunscribe a Elsa Artadi y Eduard Pujol en primera fila. La falta de experiencia de ambos en las relaciones en un grupo político ha provocado tensiones con ERC y el PDeCAT. La anunciada constitución de la plataforma  Junts per la República es vista por algunos como una traición y un paso a la escisión del grupo parlamentario.

Agustí Colomines i Companys, de 60 años, es el principal impulsor del nuevo movimiento Junts per la República, el partido embrión de Puigdemont. La trayectoria de Colominas es larga y llena de recovecos. Pocos recuerdan a día de hoy que Colominas fue el director de la Fundació CatDem (acrónimo de Catalanista i Demòcrata) de 2007 a 2013, años de pleno funcionamiento de los mecanismos ilegales de financiación de Convergència, según ha probado la sentencia condenatoria del Caso Palau o caso 3%.

Colominas dirigía los proyectos, firmaba las peticiones de subvenciones como fundación de partido y le daba una cobertura de respetabilidad a lo que era la gran fuente de financiación de CDC. Investigaciones aún abiertas de la financiación de CDC señalan que el partido pudo cobrar de la Fundación 2,2 millones de euros para trabajos sin justificar.

Agustí Colominas se ofreció a Puigdemont para ser conseller de Cultura en la última remodelación de julio de 2017. El ex president ya se había comprometido con Lluis Puig, actualmente en el exilio belga, y Colominas quedó frustrado. Aquel día quizás empezó su odio a un partido al que había servido como teórico "intel.lectual". En febrero de 2016 fue nombrado director de la Escuela de Administración Pública de Cataluña, con rango de director general y un sueldo de 81.396 euros. No fue cesado con la aplicación del artículo 155 en Cataluña, lo que demuestra lo poco que conocían en La Moncloa el rol del personaje.

Convocadas elecciones desde La Moncloa para el 21 de diciembre, Colominas intentó convencer a Puigdemont de presentar una candidatura bajo la formula de Agrupación de Electores, lo que suponía la bala al pecho del PDeCAT.

No consiguió reunir las firmas suficientes. Primer pulso perdido en el forcejeo entre el partido y la antipolítica que representa Colomines. Pero consiguió varias victorias en la confección de la lista, entre ellas colocar en el numero 8 por Barcelona a su actual pareja, Aurora Madaula, militante de izquierdas, que se manifiesta identificada con la CUP y que confesó haber votado a Batasuna en elecciones europeas. Los convergentes de toda la vida aún no han salido de su asombro.

Colominas colocó otros amigos sin experiencia política en la lista. Su vocación pública nació en Bandera Roja, la organización marxista leninista donde coincidió con su amigo Ferran Mescarell. Posteriormente militó en la Joventut Comunista de Catalunya, las juventudes del PSUC, el hermano catalán del comunismo del resto de España. En la primera legislatura autonómica (1980-1984) fue secretario personal de Josep Benet, cabeza de lista del PSUC a la presidencia de la Generalitat. Los convergentes recuerdan que Colominas redactó el texto de la presentación de la moción de censura -fallida- que Bonet presentó contra Jordi Pujol.

Historiador, con plaza de profesor de historia contemporánea en la Universidad de Barcelona, es hijo de Joan Colominas, prestigioso médico y diputado de CiU fallecido hace siete años. Militantes del PDeCAT "no dan crédito" a cómo después de haber ayudado a crear Junts per Catalunya, Agustí Colominas patrocina su primera escisión.