Manolo Mata (PSOE) y Ana Vega (VOX), los últimos supervivientes

2021 ha sido un mal año para los portavoces de los grupos parlamentarios en Les Corts, sobre todo si esperaban continuar en su puesto. El año acaba con la salida de cuatro de ellos, algunos con varios años en el puesto como Isabel Bonig o Fran Ferri. De los que empezaron al llegar el Botànic en 2015 sólo ‘sobrevive’ como síndic el socialista Manolo Mata, al que se suma en el club de los ‘no purgados’ Ana Vega de Vox, partido con representación en las últimas elecciones de 2019. Los demás se comen en las uvas fuera de la portavocía.

La salida más sonada fue la la síndic del PPCV, Isabel Bonig, que dejó el escaño y la política el pasado mes de mayo. La ‘caída’ de Bonig se produce después de que Carlos Mazón diera un paso adelante para presidir el partido tras meses de run run sobre el relevo. Bonig optó por no plantar batalla y cerrar su etapa política al ver que no contaba con el apoyo de Génova. El grupo popular ha visto este año tres portavoces: la propia Bonig, Eva Ortiz como transición y María José Catalá nombrada en el nuevo período de sesiones por Mazón. Se cerraba así seis años de Bonig como síndic.

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Cantó: de Les Corts con Cs al gobierno de Ayuso

La salida más tormentosa y mediática la protagonizó Toni Cantó, que sólo ha durado dos años como síndic. Cantó dio el portazo a Ciudadanos en marzo tras el terremoto que desató la fallida moción de censura de Murcia. Cantó se enfrentó a Arrimadas y sus planes y dejó todos sus cargos en el partido naranja, con sus compañeros boquiabiertos mientras Cs se desintegraba como un azucarillo en horas.

Luego se irían cuatro diputados más. Cantó volvió, pero como fichaje del PP de Ayuso en Madrid donde aún está como jefe de la Oficina del Español. En Valencia, fue nombrada en sustitución Ruth Merino, que no ha podido desprenderse de la sombra mediática y de la repercusión que tenía su antecesor, quedando sus intervenciones en la irrelevancia. 

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La sorpresa de Fran Ferri

La salida inesperada es para Fran Ferri de Compromís, otro de los que llevaba desde 2015. Ferri asegura que se va a la empresa privada y por una cuestión puramente de trabajo, pero no puede quitarse de encima el run run de si puede haber algo más detrás, como el agotamiento del proyecto de Compromís.

Ferri deja un melón importante a Compromís para decidir quién le sustituirá. Cobra fuerza el nombre del conseller de Educación, Vicente Marzà, ya que eso supone respetar las cuotas dentro de Compromís (tanto Ferri como Marzà son de Més, el antiguo Bloc). Esto obligaría a remodelar el Consell, y para la cartera de Educación se apunta el nombre de María Josep Amigó, vicepresidenta en la Diputación de Valencia. El problema es que no es profesora ni del STEPV y Escola como Marzà… pero siempre se puede apañar algo.

La purga de Lima en Podem

Otra salida abrupta fue la de Naira Davó de Podemos. Davó inauguró la ‘purga’ de síndics en enero de 2021. La entonces portavoz había perdido las primarias de Podem contra Pilar Lima, y ésta optó por apartarla también de la portavocía y nombrarse ella. Esto provocó un terremoto y dimisiones en el consejo de Podem… pero Lima siguió adelante. Hoy Davó sigue como diputada rasa, pero su principal apoyo, el ex vicepresidente del Consell, Rubén Martínez Dalmau, también se fue dando todo el poder a Lima.

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Tras un año sólo queda en su puesto Manolo Mata, que sobrevive desde 2015, y la sindica de Vox, Ana Vega, que ejerce de portavoz desde hace dos años. Veremos si 2022 acaba con nuevos cambios de síndics o ambos siguen ‘sobreviviendo’  a sus compañeros caídos.