Elecciones 10-N: cómo sacuden la política local valenciana

La cercanía de las elecciones del 10 de noviembre está alterando la vida de las corporaciones locales e incrementando, en bastantes casos, la tensión entre los partidos que las componen. Esta situación coincide en ocasiones con el distanciamiento entre socios de gobierno que repiten compromiso o con la fragmentación de algunos ayuntamientos. En las  últimas semanas se están produciendo reprobaciones, comisiones e incluso dimisiones.

El caso más llamativo ocurre en Valencia con el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi. Aquí ha sido directamente una estafa de cuatro millones de euros a la empresa que dirige la que ha desencadenado una comisión dentro de la propia Empresa Municipal de Transportes, aunque la mayoría del bipartito Compromís-PSPV ha impedido que se trasladara una comisión similar al pleno. 

No obstante, las constantes contradicciones en las que ha incurrido han debilitado sobremanera la figura del edil, al igual que le está ocurriendo a su compañero de partido en Compromís, Pere Fuset, concejal de Cultura Festiva, cuyo anuncio de procesamiento por el accidente en el montaje de las gradas de la feria de julio ha acabado de convulsionar el equipo de gobierno y de dar más munición a la oposición.

Una situación de desgaste prematuro ocurre  también en Moncada. El PSPV, como en muchos otros municipios, ha mejorado resultados; no obstante, no ha logrado la mayoría absoluta ni tampoco tiene un pacto con Compromís, al contrario de lo que ocurre en Valencia. Esta circunstancia no ha sido óbice para que las alcaldesa, Amparo Orts, firmara una serie de adjudicación de sueldos públicos, como ha ido contando EsdiarioCV, que incluyen a su pareja o a su cuñada.

El próximo jueves podría debatirse la moción de reprobación presentada conjuntamente por Ciudadanos, Partido Popular y Vox en la que piden su renuncia al cargo y le acusan de "enchufismo sistémico". La propuesta saldrá previsiblemente adelante si se añaden los tres votos de Compromís, con lo que sumaría 12 de 21 frente a la minoría socialista de nueve.

En Llíria, el PSPV, que tiene la alcaldía a pesar de que el PP fue el partido más votado en mayo y quedó muy cerca de la mayoría absoluta, ha presentado una moción para solicitar la dimisión de la candidata popular en las últimas elecciones, Remedios Mazzolari. El escrito lo rubrica directamente el alcalde, el socialista Manuel Civera, y le pida que asuma responsabilidades políticas por la condena a un año y seis meses a su marido dentro del llamado caso Cooperación. 

Aunque el PSPV-PSOE cuenta con seis concejales sobre 21, el apoyo de los cinco de Compromís le permitiría sacar adelante su petición de dimisión. El PP cuenta 9 ediles y Ciudadanos, con 1. Mazzolari forma parte de la gestora provincial del PP, mientras que Amparo Orts, la alcaldesa de Moncada, es diputada provincial. Se trata de dos piezas importantes a cobrarse por la oposición a escala supramunicipal.

En Massamagrell la situación cada vez anda más revuelta. En esta localidad el PSPV-PSOE gobierna con una precaria minoría de cinco ediles de un total de 17. Sobre el actual alcalde, Paco Gómez, sobrevuela el deseo de Miguel Bailach, presidente comarcal del PP en l´Horta Nord, de recuperar una vara de mando que izó hasta 2015.

En teoría había renunciado al no encabezar la candidatura en mayo; no obstante, sus objetivos de repetir como diputado provincial o de ascender a autonómico no han fructificado. Como tampoco lo están haciendo sus tentativas de presentar una moción de censura. Para lograrlo necesita el apoyo de Ciudadanos y Vox, que podría resultar más factible, pero también el de Podemos o el de Compromís, formaciones con las que los concejales del partido que preside Albert Rivera  tienen prohibido suscribir acuerdos so pena de expulsión.

Lo que sí ha logrado Bailach es impulsar una comisión de investigación por la contratación de una web, con dinero público, que apoya al comercio que atienda en valenciano. Este tipo de comisiones, como la de la EMT en Valencia, ponen en entredicho la gestión de quien gobierna.

Y de Massamagrell pasamos a Algemesí, porque en esta localidad Ciudadanos ha dado ejemplo de que no vacila en expulsar a ediles que no se atienen a su política de pactos. Ni con Compromís, ni con Podemos...Ni tampoco con EU. Únicamente con PSOE, como en Sueca, Ontinyent o Tavernes Blanques,  o con PP, como en Alicante, Puzol o Rocafort. O podrían estudiar con independientes.

El edil de Algemesí, Edgar Bresó, ha asumido las delegaciones de Urbanismo y Turismo. En un municipio donde la tirantez entre PSPV y Compromís hace que no formen gobierno, el grupo socialista suma 8 ediles de 21, y EU, dos. La mayoría absoluta se alcanza con 11, los diez de la suma de PSPV y EU y, finalmente, el de Ciudadanos. Su partido le abrió expediente de expulsión y le anticipó la salida, a lo que respondió directamente que se iba. En cualquier caso, ha perdido Cs a su concejal en Algemesí por su política de pactos, aunque espera recuperarse entrando en breve en otro importante acuerdo de gobierno.

La vida municipal se resiente con esta nueva campaña que desembocará en las elecciones del 10 de noviembre. De alguna forma pueden influir, como un factor más en un panorama muy revuelto, en la decisión del voto de quienes viven en esos municipios. Por lo menos a eso aspiran quienes promueven las acciones antes descritas, que son un ejemplo de las que están llevando a cabo los diferentes partidos.