| 28 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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La Comunitat: de la España vaciada

Un tercio del territorio de la Comunidad Valenciana cumple de pleno con la problemática de la despoblación

| José Morgan García * Edición Valencia

La hipermetropía fruto del desconocimiento provoca que exista una percepción generalizada que excluye a la Comunitat Valenciana de los mapas de la España vaciada. No obstante, en torno a un tercio del territorio autonómico cumple de pleno con la problemática de despoblación que afecta a los municipios del interior alejados de las grandes áreas metropolitanas. Falta de servicios, malas conexiones e infraestructuras que acentúan la caída demográfica y convierten el problema en un nudo gordiano difícil de deshacer.

Estos municipios, los de las comarcas valencianas de la denominada España vaciada resultan doblemente agraviados en la medida en que el sistema de financiación autonómica vigente que discrimina en el reparto de los fondos, por el mero hecho serlo, al conjunto de los vecinos de los municipios de Castellón, Valencia y Alicante.

Y a eso se le debe añadir que estos municipios sufren la despoblación y en muchos casos la dispersión criterios que sirven para que el sistema de financiación vigente aprobado por el PSOE y ERC en 2009, penalice a la Comunitat Valenciana al desvirtuar el cálculo directo de los servicios prestados por número de habitantes.

Con la llegada de la izquierda al gobierno de la Generalitat en el año 2015, se preconizó desde el área económica la puesta en marcha de un nuevo modelo económico que superaría la precariedad en el empleo y generaría un ecosistema productivo diferente.

Mientras se repetía ese mantra, la única política económica que se ha venido practicando es la de la paralización de proyectos que generan riqueza y la de ampliaciones como las del Puerto de Valencia que nos restan competitividad.

A la vista del planteamiento económico general, huelga preguntarse cuál es la estrategia económica para el desarrollo de las comarcas menos pobladas, la respuesta es sencillamente que no existe.

A la espera de un esqueleto de financiación autonómica que sucede en el tiempo a la original promesa de una reforma del sistema que tendría lugar en los primeros ocho meses de legislatura según el acuerdo de investidura por el que Compromís apoyó a Pedro Sánchez, las líneas de tráfico débil siguen desiertas permitiendo que existan municipios que no disponen de medio transporte público alguno para romper su aislamiento, los cercanías van cada vez peor, continuando una discriminación que en datos estadísticos supone que la mitad de la población de la comunidad autónoma se concentre el quince municipios y que amplias zonas del territorio viva ya en riesgo de despoblación.

El cambio político que viene y demanda la sociedad también lo necesitan todos los vecinos que por vivir en el interior sufren una doble discriminación la que causa el nefasto sistema de financiación que padecemos y la de ausencia de políticas económicas orientadas a su revitalización.

 *Abogado.