| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

El día D del derecho civil valenciano

El próximo miércoles 24 Les Corts aprobará, previsiblemente casi por unanimidad, una proposición de ley de reforma constitucional para recuperar la potestad de legislar en derecho civil

| Héctor González Edición Valencia

En la nomenclatura bélica anglosajona, hablar de día D equivale a citar la fecha en la que se iniciará una operación de combate o un ataque. En el caso de la Segunda Guerra Mundial, suele calificarse de este modo el desembarco de Normandía. Para la recuperación del derecho civil foral valenciano y, sobre todo, para que la iniciativa de sus precursores fructifique, el día D tendrá lugar este 24 de octubre. Esa jornada, el pleno de Les Corts aprobará una proposición de ley de reforma constitucional para que el Congreso tramite esa recuperación.

Sí, admito que el tema puede resultar farragoso, que cuando alguien te habla de derecho foral te sientes retrotraído a la época de Jaume I y rebuscas en tu memoria apelmazados estudios de historia, en muchos casos de manera infructuosa. La primera vez que me habló el abogado Pepe Morgan de la cuestión, en 2015, confieso que también me sentí tentado a pasar página rápidamente y a conversar sobre otro tema más inteligible. Hasta que comprendí cómo nos afecta en el día a día. Y hasta que conocí la magnitud del esfuerzo que l´Associació de Juristes Valencians está desarrollando para lograr esta recuperación.

En efecto, cuando Jaume I, en 1238, conquistó Valencia y añadió a su corona las tierras en las que vivimos, les otorgó esa capacidad legislativa propia. Hasta que en 1707, con la victoria de Felipe V sobre el archiduque Carlos, esa independencia normativa quedó suprimida de sopetón con el denominado Decreto de Nueva Planta. Constituyó una de las maneras en las que el monarca castigó al pueblo valenciano por apoyar a su contrincante.

Así continuó la historia hasta que el desarrollo autonómico de los años 80 del siglo XX propició que Les Corts recuperaran esa posibilidad de legislar -que no la normativa de siglos atrás- y que la Comunidad Valenciana tuviera un derecho civil propio entre 2008 y 2016, ocho años en los que la normativa autóctona ha contribuido a regular la vida de alrededor de 300.000 ciudadanos. Hasta que el Tribunal Constitucional volvió a truncar la independencia legislativa.

El derecho civil valenciano regula la custodia compartido o garantiza derechos sucesorios en una pareja de hecho tras fallecer un cónyuge

Y ese derecho del siglo XXI no versaba sobre cuestiones de centurias anteriores. Al contrario, aportaba soluciones bastante más modernas que el propio derecho civil nacional. Por ejemplo, prima la custodia compartida de los hijos en casos de separación matrimonial, de manera que marca unas directrices normativas y no lo deja tan al albedrío de cada juzgado. O permite que, en parejas de hecho, el cónyuge de quien fallece tenga unos derechos hereditarios. Afecta a cuestiones prácticas, cotidianas.

Así se lo explico a quien me pregunta y, supongo que como me sucedió a mí al principio o le pueda ocurrir a algún lector, se sorprende. Porque, efectivamente, escuchar hablar de derecho civil foral no parece el tema más divertido para pasar el rato ni para deleitarse en la lectura. Hasta que empiezas a comprender la dimensión de la iniciativa legislativa.

Y de vuelta a la importancia del día D, este 24 de octubre, la Comunidad Valenciana tiene la oportunidad de empezar a recuperar, por tercera vez, un derecho propio que se sumaría al estatal, como ya ocurre en Baleares o Aragón, por ejemplo, sin apelar a las siempre más avanzadas en autonomía Cataluña o País Vasco.

Todos los partidos políticos representados han mostrado su respaldo, incluso los cuatro diputados que abandonaron Ciudadanos. Con la única excepción, precisamente, de Ciudadanos, que no aclara si votará a favor, se abstendrá o se opondrá. La Associació de Juristes Valencians calcula 90 de 99 votos seguros en Les Corts. Veremos si no hay cambios o ausencias.

Todos los partidos políticos representados han mostrado su respaldo, incluso los cuatro diputados que abandonaron Ciudadanos. Con la única excepción, precisamente, de Ciudadanos

De momento, conseguir llevar una propuesta a al parlamento autonómico y concitar tanto respaldo ya comporta un mérito increíble. Para hacernos una idea, la iniciativa de la rebaja del listón electoral lleva pululando desde el comienzo de legislatura y parece que continuará en barbecho hasta la próxima. A ese nivel llega la capacidad de desacuerdo.

Y la siguiente etapa consiste en que lo refrenden en el Congreso y Senado los mismos partidos que en Les Corts respaldarán la propuesta para que una limitada reforma constitucional otorgue a la Comunidad Valenciana la opción de legislar. En la práctica, se trata simplemente de que recupere la potestad que ya tuvo y de la que en la actualidad disponen otras comunidades autónomas, sin más trasfondo político, legislativo, independentista o del cariz que cada cual decida darle.

Si l´Associació de Juristes Valencians alcanza su objetivo, habrá sido a base de pedagogía, persuasión (no es nada fácil poner de acuerdo a 90 diputados de distintos partidos) y mucha perseverancia. Muchísima. La que cada día demuestra este grupo de implicados juristas que preside José Ramón Chirivella.

El haber llegado hasta donde lo han hecho ya supone un esfuerzo denodado por la incontable cantidad de actos que han organizado a lo largo y ancho de todo el territorio autonómico (esta misma semana, en Villar del Arzobispo y en Concentaina) y de reuniones que han mantenido para, precisamente, concienciar de la importancia de que la Comunidad Valenciana tenga (o recupere) su capacidad legislativa. Su constancia ayuda a valorar la relevancia de la cuestión. Su tenacidad contribuye a convencer. Ahora falta saber cómo finalizará esta historia de resistencia.