El Botànic propone un nuevo impuesto 'verde' para cambiar hábitos de consumo

El Botànic pretende poner en marcha un nuevo impuesto ‘verde’ contra la contaminación en el marco de lo que se conocerá como la “estrategia valenciana para la transición ecológica justa”. El objetivo pasa por reconvertir las prácticas de producción y consumo con el impulso de una “fiscalidad verde” basada en el principio de “quien contamina paga”, aunque todavía no se han concretado cuáles serán los criterios que se puedan establecer.

La recaudación de esta “imposición verde” se destinará a un fondo encargado de acelerar la transición ecológica de los sectores socioeconómicos implicados, así como la financiación de políticas contra el cambio climático. Este nuevo impuesto forma parte de las propuestas de resolución presentadas por el Botànic ante Les Corts para que pueda ser ratificada y puesta en marcha a lo largo del curso político.

Sin embargo, Compromís y Podemos han decidido un año más dejar de lado la gran mayoría de las medidas “estrella” que venían reivindicando públicamente para priorizar la estabilidad del Gobierno valenciano. Aunque ambas formaciones no dudaron en marcar diferencias partidistas con Ximo Puig durante el Debate de Política General, tan sólo un día han decidido no incluir la gran mayoría los anuncios que realizaron en sus respectivos discursos. Entre ellos, destaca la ausencia de una iniciativa en contra de la ampliación del Puerto de Valencia, el impulso de una Ley de Salud Mental autonómica o una mejora de condiciones para la televisión autonómica.

Si bien el reglamento de la Cámara permite a cada Grupo parlamentario hacer propuestas individuales, el Botànic ha optado por presentar iniciativas conjuntas a fin de no generar ningún tipo de confrontación. Tanto Compromís como Podemos han remarcado el “compromiso” que tienen como socios de Gobierno y no creen que deban escenificar en este caso unas diferencias que “son evidentes”.

No en vano, desde la oposición ven con preocupación que hayan logrado alcanzar el consenso para imponer un nuevo “ecoimpuesto” mientras se rechaza estudiar otras formas más “sensatas” hacia la transición ecológica.  La síndica de VOX, Ana Vega, critica el “infierno fiscal” al que están sometidos los ciudadanos y teme que el tributo pueda repercutir sobre las clases medias y bajas. “Hay personas con un coche con más de 12 años porque no llega a fin de mes y no puede comprarse uno eléctrico”, sostiene.

La portavoz de Ciudadanos, Ruth Merino,  insta al Ejecutivo de Puig a buscar otras recetas encaminadas a eliminar burocracia y legislar en favor de otras medidas como pueda ser la instalación de placas fotovoltaicas.

Desde el Partido Popular descartan que este impuesto vaya a suponer una mejoría hacia la transición. “Lo que sí contribuye es conseguir agua para regar campos evitando la desertificación e impulsar la agricultura porque llevamos dos años liderando el abandono de campos. Los naranjos son el mejor elemento de purificación del CO2 que emiten los coches”, apostilla el diputado Miguel Barrachina.