| 27 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Imagen de la avenida Malvarrosa de Valencia.
Imagen de la avenida Malvarrosa de Valencia.

Comerciantes y vecinos se oponen a la peatonalización de la Av. Malvarrosa

La nueva reurbanización prevé convertir esta avenida en un gran eje peatonal y comercial, pero no se ha tenido en cuenta los intereses de los comerciantes que rechazan la peatonalización.

| Sonia García Edición Valencia

A Francisco Jurado le preocupa que la peatonalización de la avenida Malvarrosa pueda perjudicar a su floristería. "Los particulares no podrán parar en carga y descarga", denuncia Jurado y lamenta que tendrá "pérdidas". Esa amenaza se extiende al resto de comercios. Junto a la floristería, un mecánico se encuentra en una situación de incertidumbre. "¿Dónde aparcaré los coches? ¿Y a la hora de salir y entrar?", se pregunta. Está convencido de que clientes potenciales "no pasarán por delante y no verán el taller. Algunos propietarios tienen una mirada un tanto más positiva y esperan que en verano el turismo pueda mejorar el ambiente, aunque consideran que en invierno la avenida quedará "apagada". En definitiva, Los comerciantes auguran que el proyecto de reurbanización de los 850 metros de la avenida "perjudicará" a sus negocios.  

Asimismo, los vecinos se quejan de manera generalizada. Una de las clientas de la conocida tienda de manteletas falleras ubicada en esta zona, cuenta a este diario que no está a favor de este proyecto "con respecto a la salida de tráfico".  "Me parece fatal porque lo que le da vida al barrio es el tráfico. Para andar ya tenemos el paseo de la playa", critica un vecino de la Malvarrosa. "De lo que tienen que preocuparse más es de limpiar la drogadicción que hay", añade.

Precisamente, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, ya había pensado en el problema de la venta de droga. Su posible solución es derribar directamente las Casitas Rosas. Así lo sustentó hace unas semanas: "podría ser una solución importante" que le parece "buena".

El Ayuntamiento de Valencia ha anunciado que el proyecto está dotado con una inversión de 2,4 millones de euros, de los que 1,8 millones llegan de los fondos Next Generation de la UE y que el plazo de ejecución de las obras es de 12 meses a partir de la adjudicación. Un plazo que los comerciantes y vecinos no se creen. No confían en que las obras estén acabadas en ese periodo y critican que durante más de doce meses sufrirán las consecuencias como los ruidos. 

Recientemente los distintos partidos políticos se han preocupado por las inquietudes de los vecinos de la zona. El presidente del Grupo Parlamentario VOX en las Cortes Valencianas Jose María Llanos ha denuncia que "el barrio que se ve amenazado por una nueva actuación urbanística y peatonalización, que sin duda será un motivo más de dificultad y controversia para el sector comercial del barrio". 

Asimismo, la portavoz del Grupo Municipal Popular, María José Catalá ha pedido mejorar las dotaciones sociales con más inversión. Critica que el año pasado "no se llegó a los 162.000 euros" y también reclama más presencia policial.  Una actuación "urgente para frenar la degradación que denuncian los vecinos", adelantó Catalá.

Ribó también ha recorrido varios puntos del barrio acompañado en esta visita por un representante de la Asociación de Vecinos Amics de la Malva y por agentes de la Policía Local, con el fin de atender las necesidades y "buscar soluciones". Sin embargo, se llevará a cabo una respuesta, que no acaba de convencer a los establecimientos de la zona.