| 23 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Factoría de Porcelanosa en Valencia
Factoría de Porcelanosa en Valencia

El azulejo cierra 2020 con una aumento en las ventas del 2,3% pese a la pandemia

El clúster también ha notado ya el primer impacto del Brexit con un descenso de las ventas en Reino Unido del 3%.

| Jonathan Martínez Edición Valencia

El clúster del azulejo logra cerrar el año 2020 con un incremento en las ventas del 2,3% pese a la paralización de la producción durante el pico más alto de la pandemia y a una debacle en los ingresos de hasta el 50% en el mes de marzo del mismo período. A partir de entonces el sector logró revertir la situación mediante la aplicación de políticas regionales eficaces, una colaboración constante con las administraciones públicas y el empeño de las empresas por no perder posicionamiento de mercado. Todo ello hasta conseguir unos resultados extraordinarios para no considerarse un sector esencial.

Las exportaciones alcanzan ya el 76% del volumen de mercado, con un aumento del 4% respecto al año 2019, consolidando así una tendencia alcista que ya traían de períodos anteriores y que precisamente les sirvió como “balón de oxígeno” para superar la crisis de 2007-2012. Si miramos hacia el mercado nacional, los indicadores son algo peores  con un descenso en las ventas del 4,4%. Al tabular ambos índices, el mayor porcentaje de exportaciones ha permitido a la industria que el saldo final resulte positivo con un crecimiento del 2,3%.

Eso sí, todavía se sitúa lejos de las previsiones que traían antes de la pandemia, cuando el volumen de negocio venía aumentando cerca del 7% hasta la tercera semana de marzo respecto al  mismo período del año anterior.

Por lo tanto, se han quedado a cinco puntos de los pronósticos iniciales. Aún así, desde Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (Ascer) se muestran muy satisfechos por haber superado los principales escollos económicos: la falta de liquidez y solvencia. Este primero no se llegó a padecer del todo tras haber contado con la posibilidad de exportar en un contexto en el que el Gobierno tampoco facilitaba ayudas frente a los cierres, mientras que los déficits de solvencia pudieron verse compensados con los préstamos ICO. 

Una vez superada esta crisis, el sector ha tenido que hacer frente a nuevos retos estructurales que también amenazan su hegemonía a nivel internacional, como es el caso del aumento del coste en los contenedores por la reducción en las líneas. Esto ha provocado que prácticamente se hayan cuadruplicado los costes del servicio, pudiendo repercutir en el precio final de los productos, si bien esta situación no resulta exclusiva para el sector azulejero.

“El 80% del negocio marítimo está en manos de tres empresas. Intentar transformar un oligopolio a corto plazo resulta difícil, por lo que esperamos que siga en aumento", explica el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu.

Asimismo, el clúster también ha notado ya el primer impacto de la salida de Reino Unido de la Unión Europea con un descenso de las ventas del 3%. Hay que recordar que este país es a día de hoy el tercer mercado más importante en cantidad de euros, aunque el presidente de Ascer augura una solución factible para este asunto que permita situar al país anglosajón entre los cinco primeros exportadores. “Creo que  sabremos superar el Brexit porque ya exportamos a otros países que se encuentran fuera de las fronteras europeas. La auténtica amenaza está en transporte y la logística para exportar a países lejanos por el peso del azulejo”, sostiene Nomdedeu.

Por otro lado, apuntan otro de sus retos, el de la descarbonización, como una cuestión compleja que exige un acuerdo entre ministerios para evitar una pérdida de competitividad. El propio presidente de Ascer asegura que la ministra  de Industria, Reyes Maroto, entiende perfectamente la función de la cogeneración y la importancia del sector azulejero como representante internacional de la ‘Marca España’.

Sin embargo, por la otra parte, la ministra de Transición ecológica, Teresa Ribera, apuesta por un modelo más agresivo hacia la sostenibilidad que choca de frente con los intereses de la industria y de la propia Reyes Maroto.