Compromís celebra la previa del 9 d’Octubre con una cuatribarrada gigante

Senyeres al balcó… y cuatribarradas gigantes en la cumbre del Benicadell, sería el resumen perfecto de esa dicotomía que vive Compromís estos días previos al 9 d’Octubre donde dan tumbos entre ocultar o mostrar su alma nacionalista de corte catalanista. Entre respetar los símbolos del Estatuto o salir con la cuatribarrada y ‘país valencià’, como hicieron ayer en la Vall d’Albaida.

‘Senyeres al balcó’ fue la campaña que hace unos días sacó Compromís animando a la gente a poner la Real Senyera el día de la Comunitat Valenciana -una campaña por cierto que es una copia de la de “Trau la Senyera” del PP-. Pero mientras con una mano en el cap i casal dicen que saques la Senyera, Compromís celebró una jornada previa este domingo donde exhibieron su defensa de la cuatribarrada sin franja azul. “Senyeras al balcó”, sí, pero sólo un poco y dentro de la ciudad de Valencia, que en el resto siguen con su defensa de la bandera catalana.

El Aplec del Benicadell de Compromís en la comarca de la Vall d’Albaida contó con el respaldo y asistencia de los principales referentes de la coalición de Oltra y Ribó, como el diputado en el Congreso, Joan Baldoví, el síndic en Les Corts, Fran Ferri, la secretaria general de Més Compromís, Águeda Micó, o varios diputados del parlamento valenciano como Nathalie Torres o Jesús Pla, natural y ex alcalde de Agullent.

Travestismo Compromís

El aplec, que se celebra desde hace 24 años -iniciativa del antiguo Bloc Nacionalista-, consiste en la subida al monte Benicadell, el pico más alto (1.104 metros) de la sierra del mismo nombre que separa las comarcas de Valle de Albaida y de Condado de Cocentaina en Alicante. Ahí los miembros y dirigentes de Compromís, muchos de ellos con camisetas de ‘país valencià’, llevan y despliegan la cuatribarrada gigante como previa al 9 d’Octubre. Esta cuatribarrada, por cierto, la desplegaban también en la Casa de la Vila de Ontinyent cuando formaban parte del gobierno de Jorge Rodríguez, en un intento de catalanizar ese día. Ahora se tienen que conformar con subirla y ponerla en el Benicadell. Una jornada de senderismo sazonada con su ración de nacionalismo catalanista.