Traslados ilegales, ocultación y descoordinación acabaron con los burros muertos

14 burros muertos, 13 de los cadáveres sin localizar, 20 en estado crítico y otros en paradero desconocido. Así terminó el proyecto de la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica que pretendía usar estos animales para evitar incendios en el Parque Natural del Desert de les Palmes.

Los asnos debían alimentarse del pastoreo en las hectáreas de parque, en unas parcelas sin registro de explotación, y sin ninguna alimentación suplementaria. Con la muerte del primer burro, el director del parque, Toni García, no se mostró preocupado "porque estaba con extrema delgadez".

Posteriormente, García pudo percibir "que los animales perdían perdían peso". Entonces se trasladaron a una granja sin certificado sanitario de traslado. Una vez "cogieron peso los llevamos otra vez al Desert". De nuevo, sin certificado de traslado.

Al poco tiempo, el director del parque informó a la jefatura territorial de que "de continuar así nos veremos obligados a retirar el proyecto que hemos comenzado (en plural refiriéndose a la Conselleria) porque están delgados y los proteccionistas dirán que no están bien cuidados". De este modo y, después de que 14 burros murieran de hambre, el proyecto fracasó y se dio por finalizado. Los animales volvieron a la granja sin certificado.

Así lo expone el informe del expediente relacionada con la experiencia de los burros antincendios al que ha tenido acceso la portavoz de Medio Ambiente del Grupo Popular en Las Cortes, Elisa Díaz.

Según el análisis de los veterinarios de la Universidad CEU UCH, contratados por el subsecretario de la Conselleria, los burros que siguen vivos presentan daños epásticos, anemia, alopecia, parásitos internos y blancura de encías, lo cual indica mala alimentación. En cambio, en ninguna de las muertes hubo valoración veterinaria.

Pese a que la consellera, Mireia Mollà, sostiene que el proyecto no tiene nada que ver con su departamento, los informes señalan que, no solo fue tramitado por la Conselleria, sino que también se publicitó por la misma. La conselleria de Mollà se encargó de contratar a la empresa que recogía los cadáveres, de costear y colocar el pastor eléctrico, de la instalación de los depósitos de agua, según Díaz. 

La portavoz popular denuncia contradicciones en los documentos relativos al número de burros y que "no se cumplen los requisitos de la normativa, ni tampoco con las autorizaciones como la presencia de un pastor, o el traslado a los agentes medioambientales". 

La Guardia Civil toma como responsable al director del parque, Toni García. "Pero eso no quita que no haya responsabilidades políticas por parte de la consellera. Ella era conocedora y no hizo seguimiento de nada. Vemos indicios claros de maltrato animal", ha sentenciado Díaz. Actualmente, la fiscalía estudia la denuncia del PP y el informe de la Guardia Civil.

Compromís oculta información a sus socios socialistas

El departamento interno de medio natural de Compromís es el responsable del proyecto antiincendios. Elisa Díaz explica que al tratarse de una actividad ganadera "debería haberse trasladado al departamento de agricultura, ganadería y pesca", gestionado por el PSOE.  "El certificado de traslado es el único documento de este departamento y que la propia Conselleria critica", según Díaz, quien alerta de que "han actuado como dos Consellerias distintas".

La descoordinación entre los dos departamentos va más allá. Compromís llega incluso a ocultar información a sus compañeros socialistas. El informe del expediente es de carácter no publico. Díaz añade que en este consta una solicitud de información por parte del la Conselleria hacia la dirección territorial, de Compromís, y que estos lo deniegan alegando que se trata de información confidencial.