| 26 de Marzo de 2024 Director Antonio Martín Beaumont

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Misión política: Mi pueblo

"Lo del pueblo es lo cotidiano, la calle, la acera, la luz, la basura, el recibo, el día a día en definitiva. La vida".

| Sagrario Sánchez* Edición Valencia

Soy de las personas que ha tenido la suerte de poder formar parte de la historia de su ciudad. Tuve el honor de presidir el Ayuntamiento de mi pueblo durante ocho años, y pertenecer a la Institución durante ocho más, en total diecisiéis. Fueron años duros, intensos, llenos de alegrías y sin sabores, pero si he de hacer balance transcurrido un tiempo, es positivo. Me atrevería a decir que es el ámbito de la política que más satisface a la persona ( por supuesto lo negativo y los malos ratos, que los hay, me los reservo).


He leído en muchas ocasiones que es la “primera línea” de la batalla política, y eso sí que es cierto. Un responsable municipal no se esconde en las siglas del partido que lo viste, ni echa balones fuera, porque no tiene sentido. En los pueblos se habla de tú a tú, se toca al timbre de la casa familiar a cualquier hora, se interroga de temas municipales a tu marido, tus padres, hermanos, a tus hijos, o a algún vecino próximo. Eso es así, y no por mala intención sino porque lo del pueblo es lo cotidiano, la calle, la acera, la luz, la basura, el recibo, el día a día en definitiva. La vida.


Por ello transcurren los años, leo y escucho a compañeros de partido que hoy tienen responsabilidades municipales, las mismas quejas de siempre: “los de Valencia no me atienden”, “no se acuerdan de que existimos”, “no me ayudan en mis demandas al Gobierno”, “se han acomodado y están en otras cosas”, “no les interesamos los de los pueblos”,…..”Únicamente cuando quieren llenar un acto, o vienen las elecciones se dirigen a nosotros”. Y entonces, sin titubear, se activa la maquinaria electoral, y todos los simpatizantes, afiliados y algún vecino, se congregan pluma, tijera, boli, o pincel en mano, entorno a la “sede” a responder a la llamada y cumplir el objetivo: ganar las elecciones. Porque si hay algo que no cambia, es esa realidad: pueblo a pueblo, puerta a puerta, persona a persona se va ofreciendo la respuesta que cada uno demanda, se recuerdan las acciones, se transmiten las ilusiones, se fidelizan intenciones, para conseguir el resultado deseado: el voto. Y así pueblo a pueblo, se consigue el objetivo.

De manera que los olvidados, son la clave para conseguir el éxito, el poder, el gobierno. Reivindico pues desde este escrito la labor y la importancia de los políticos de los pueblos, verdaderos motores electorales de los partidos políticos. Y yo como cada uno de los que ya hemos cumplido con nuestro pueblo, reservaré siempre un apartado en mi corazón para el mio: Cheste.

(*) Abogada y expolítica.